ROMA, lunes, 25 agosto 2008 (ZENIT.org).- La ostensión de la Sábana Santa de Turín, anunciada por Benedicto XVI para 2010, es una «oportunidad providencial» para comprender su significado espiritual, considera el sindonólogo padre Gianfranco Berbenni.
Profesor titular del curso «La ciencia y la teología ante la Sábana Santa» del máster en Ciencia y Fe del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma, el sacerdote en esta entrevista se muestra partidario de una investigación científica que evite la espectacularización.
En la conversación, analiza también el reciente experimento del Ente para las Nuevas Tecnologías, Energía y Ambiente (ENEA) de Italia, dirigido por el doctor Giuseppe Baldacchini, que ha llevado a la realización de imágenes estructuralmente comparables (colorido de las fibras superficiales del tejido, etc.) con la imagen del Hombre de la Sábana Santa.
–¿Qué piensa del anuncio de la ostensión pública de la Sábana Santa?
–Padre Berbenni: Es una oportunidad providencial para poder proceder a una pastoral que tenga en la Pasión y Resurrección del Señor Jesús el propio centro, y es una oportunidad providencial para que la Sábana Santa sea un testigo privilegiado, junto al servicio de los Evangelios y de los Sacramentos, y quizá dé ocasión a compromisos sociopolíticos, especialmente en el mundo de las emergencias y de la caridad, mucho más intensos.
–En estos últimos meses, parece que hay un nuevo interés por la Sábana Santa. ¿Qué ve de positivo y qué ve de potencialmente negativo, como por ejemplo eventuales formas de espectacularización?
–Padre Berbenni: De positivo veo un aspecto que para la ciencia es normal: no abandonar nunca el análisis de un objeto. En este caso, la Sábana Santa para la ciencia es un resto arqueológico, un tejido con improntas sanguíneas de una persona muerta en determinadas condiciones. Que la ciencia continúe es una práctica normal y bienvenida, diría yo. Quizá subsiste una búsqueda de espectacularidad científica y este es un elemento de debilidad de la actual investigación. Haría falta, creo, resituar las cartas en juego, volviendo plantear la ‘partida’ según sus normas, de manera sencilla, sin angustias de descubrimientos espectaculares.
Más que la mediaticidad aquí está en juego la espectacularidad del proceder científico. Es más, se da un peligro, al menos para nosotros sacerdotes: aunque se llegara al nivel de fiabilidad sobre una radiación que permite una difusión superficial de la impronta corpórea sindónica, el peligro grande sería que los mismos científicos empezaran a «hacer teología» diciendo «hemos descubierto la energía que ha provocado la Resurrección». Algo que para los teólogos es no sólo muy discutible sino que va contracorriente de la estrategia que los Evangelios han elegido como causa determinante de la fe en la Resurrección, es decir el testimonio de las Escrituras y de los apóstoles. El verdadero peligro que está detrás de este exceso es ir a buscar la causa de la impronta superficial sobre la Sábana Santa, es la invasión de la ciencia de laboratorio en la ciencia teológica.
Habría que volver a partir de 1984, cuando el equipo estadounidense del «Shroud of Turin Research Project» (STURP) informó sobre las investigaciones iniciadas en 1978 y presentó un espectacular «Programa formal de investigación científica sobre la Sábana Santa de Turín», que ha quedado lamentablemente casi totalmente ausente en los debates sindónicos.
Habría que volver a partir de allí, para discutir el dato de la llamada superficialidad de la imagen corpórea de la Sábana Santa, y sería todavía más importante y deseable que el mundo médico se empeñara de nuevo y a alto nivel en el análisis de la Sábana Santa, especialmente con algunos equipos de expertos en patología legal. El sector científico médico es muy minoritario en las investigaciones sobre la Sábana Santa. Creo que debería volver a intervenir con mucha fuerza.
–¿Qué piensa del experimento realizado por el ENEA?
–Padre Berbenni: Es una experimentación científica interesante desde el punto de vista de los resultados. Desde el punto de vista sindonológico creo que debería situarse en un contexto más amplio de discusión.
–¿Piensa que pueda proporcionar de algún modo elementos para una posible explicación sobre cómo se formó la imagen?
–Padre Berbenni: Pienso que proceden a verificar la hipótesis de la superficialidad de la imagen corpórea quienes tienen dificultad en considerar la formación de la impronta corpórea como un simple fenómeno natural, de naturaleza físico-química. Y creo que seguirán el camino de la búsqueda de una energía que sea documentable, como en el caso de esta radiación ultravioleta. Sin embargo, pienso que es necesario tener muy presente también la hipótesis de la formación natural, segun la cual, no habría improntas superficiales, pues de hecho los mismos científicos del STURP tenían en proyecto verificar esto que a ellos les parecía un dato incontrovertible a partir de los primeros elementos, postulados y recogida de datos.
Por Paolo Centofanti, traducido del italiano por Nieves San Martín