ROMA, miércoles, 24 septiembre 2008 (ZENIT.org).- La presentación de un libro del número dos del gobierno vaticano en Moscú, Rusia, ha sido calificada de "evento histórico". El libro que afronta el tema del bien común en el pensamiento social de la Iglesia, escrito por el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone, será presentado el próximo 26 de septiembre, en la Universidad MGIMO, considerada la mejor en estudios sobre Relaciones Internacionales en el país.

Escrito en ruso y en italiano con el título "La ética del bien común en el pensamiento social de la Iglesia" ("L'etica del bene comune nel pensiero sociale della Chiesa"), el volumen ha sido publicado por la Librería Editorial Vaticana.

Cuenta con un prólogo del obispo metropolita Kirill de Smolenko y Kaliningrado, presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú, y ha sido realizado en colaboración con la "Asociación Internacional Sofia: Idea Rusa Idea de Europa" y la Universidad MGIMO.

"Este libro es un evento histórico porque es el primer caso de una publicación oficial a cuatro manos", explicó el responsable de la edición Pierluca Azzaro.

"Es un manifiesto para una concreta acción común que se basa sobre este principio compartido: bienestar espiritual y bienestar material se sostienen mutuamente o caen juntos", añadió.

"En la base de los conflictos y de las injusticias que corren el riesgo de desintegrar la comunidad, está una visión sustancialmente atea, materialista y egoísta del hombre".

"Sólo quien quiere el mal del hombre tiende a relegar el amor apasionado a Cristo al ámbito privado, amor que, en cambio, se expresa en una acción concreta común de las Iglesias a favor de la persona humana", subrayó.

Asistirá a la presentación del libro, por parte de la Iglesia Ortodoxa, el obispo Mark de Yegoryevsk, vicepresidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú; por la Iglesia católica, asistirá el representante de la Santa Sede ante la Federación Rusa, arzobispo Antonio Mennini y un representante del monseñor Paolo Pezzi, arzobispo de la diócesis de la Madre de Dios, en Moscú.

Participarán también Anatoly Torkunov, rector de la Universidad MGIMO y miembro del consejo directivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia; Vittorio Claudio Surdo, embajador de Italia en Moscú; y Gianfranco Facco Bonetti, representante de la Soberana Orden Militar de Malta en
Rusia.

Por el cuerpo académico y las autoridades científicas de Italia, llegará a Moscú el economista Stefano Zamagni, profesor de la Universidad de Bolonia.

La presentación se hará en el marco de la Mesa Redonda sobre Economía y Cristianismo que tendrá lugar en la "5th Anniversary Convention" de la Asociación Rusa de Estudios Internacionales (RISA).

En la presentación, intervendrá Renzo Bozzetti, vicepresidente de la Unión Cristiana de Directivos de Empresa (UCID) de Italia, junto a representantes del Grupo de Empresarios Italianos en Moscú
(GIM)-Unimpresa.
No faltará una representación significativa de empresarios rusos de inspiración cristiano-ortodoxa.

Traducido del italiano por Nieves San Martín

El cardenal Rouco defiende la “laicidad positiva” en las relaciones Iglesia-Estado

MADRID, miércoles 24 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Antonio María Rouco, explicó este miércoles que las relaciones entre la Iglesia y la comunidad política y social deben responder al principio de la «laicidad positiva», que ha utilizado en varias ocasiones Benedicto XVI.

El purpurado, que intervino durante un desayuno con periodistas y políticos organizado por la agencia española de noticias Europa Press, explicó, , según recoge la revista Ecclesia, que este principio «ya estaba marcado en el Concilio Vaticano II».

En este sentido, recordó las intervenciones del Papa en Francia, la célebre conversación con el filósofo alemán Habermas, así como su discurso en Ratisbona en septiembre de 2006.

Los elementos de esta «laicidad positiva», son, según explicó el cardenal Rouco, «libertad religiosa, libertad de los padres para la educación de sus hijos, justa autonomía de las realidades temporales y una actitud de servicio para atender a la persona y promover la defensa de sus derechos y de búsqueda conjunta de bien común».

Preguntado por el discurso del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sobre «laicidad positiva» ante el Papa en el Eliseo el pasado 15 de septiembre, el cardenal aseguró «no envidiar a Francia –en todo caso, sí a Alemania–a propósito del laicismo positivo que pretende impulsar su presidente».

«El marco legal en las relaciones Iglesia-Estado en España es mejor que el francés», aseveró.

Además, y en relación al debate sobre la posible reforma del concordato vigente en España, defendió como «instrumento válido» el actual sistema de acuerdos bilaterales de la Santa Sede con el resto de los países.

Preguntado también por la posible reforma de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa española, el cardenal afirmó que la actual «es buena», aunque no se cerró a su reforma, «si es para bien».

Sobre las peticiones de retirada de los crucifijos de los espacios públicos, realizada por algunos grupos, el cardenal consideró que «proceden de minorías» y añadió estas peticiones no deben atenderse porque el crucifijo «pertenece a la historia, a la cultura y a la identidad de España».

Aborto y crisis económica

En el turno de preguntas, el cardenal Rouco se refirió a la reforma de la ley despenalizadora del aborto que el Gobierno pretende llevar a cabo. «La vida es un derecho absoluto, sin condiciones, siempre», aclaró, y añadió que la «tragedia moral» es «la aceptación social del aborto».

Respecto a la asignatura «Educación para la Ciudadanía», el purpurado insistió en que los padres «tienen derecho a la objeción de conciencia».

Sobre la actual situación de crisis económica que atraviesa España, el cardenal explicó que la Iglesia «debe aportar la solidaridad precisa y ayudar a las personas para superar también crisis morales, que están en el trasfondo de la actual situaciones».

Añadió que a la Iglesia «le preocupa mucho más la situación de familias en necesidad y de los parados que hipotéticos -e impensables- cambios o novedades en el vigente modelo de financiación de la Iglesia».

En último lugar, se refirió a la próxima Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, asegurando que «aportará la catolicidad histórica y tan fecunda de España y su dinamismo misionero».