BHUBANESWAR, jueves 6 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Los seis obispos del Estado indio de Orissa han dirigido a sus fieles una extensa y conmovedora carta en la que expresan su solidaridad y homenaje «a aquellos hermanos y hermanas que han perdido sus vidas por su fe, consolar los que han sido perjudicados, así como mostrar cercanía a los que han sido traumatizados por la violencia».
«Nos inclinamos humildemente ante vuestra fuerte adhesión a la fe y por vuestra confianza en Jesucristo como el Salvador y Señor. Nos inclinamos ante vuestra buena voluntad a la hora de pasar por toda clase de humillaciones, pruebas y aún persecuciones por la fe», afirman los obispos.
Esta carta, difundida en todo el mundo por la agencia Fides, ha sido leída en las parroquias, escuelas y conventos de la zona afectada por la violencia anticristiana. Está firmada por monseñores Thomas Thiruthalil (Balasore), Raphael Cheenath (Cuttack-Bhubaneswar), Alphonse Bilung (Rourkela), John Barwa (coadjutor de Rourkela), Lucas Kerketta (Sambalpur) y Sarat Chandra Naik (Berhampur).
En ella, los prelados aseguran que harán «todo lo posible» para «asegurar la rehabilitación de los que han perdido sus casas, propiedades, iglesias e instituciones, así como «apoyar a aquellos cuyos derechos han sido violados, y asegurar que se hará justicia a sus sufrimientos».
Además, muestran su «angustia» por «la tardanza con la que tanto los Gobiernos Estatales como Centrales han respondido a la violencia en curso contra los cristianos en Orissa. Sentimos declarar que ambos gobiernos han fallado miserablemente al obviar sus obligaciones constitucionales».
Los obispos exigen reiteradamente a los Gobiernos central y estatales que «castiguen a los culpables y compensen a las víctimas».
Sobre las causas de la persecución, los obispos rechazan tajantemente la supuesta implicación de los cristianos en el asesinato de Swami Laxmanananda, y afirman que la verdadera causa es «la preferencia de la Iglesia por los pobres y marginados».
«A través de la educación, la salud, el fomento de la vivienda y el empleo, la Iglesia ha ido despertando las conciencias y ayudando a las comunidades vulnerables. Ellos a su vez exigen sus derechos. A los poderes no les gusta esto ya que temen creen que los pobres están desafiando su posición».
Los obispos afirman que la Iglesia seguirá adelante con su labor social, y «como Jesús, rezamos por los autores de estos crímenes», así como por todos los cristianos para que «salgamos reforzados en este tiempo de crisis y podamos seguir viviendo nuestra vida cristiana en este país».
Por último, aprovechan para agradecer el apoyo recibido por «personas, organizaciones, instituciones, medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales, académicos, activistas políticos, ciudadanos conscientes y gente de todas las condiciones sociales», así como de «representantes de otras religiones» para aliviar la situación de los cristianos perseguidos.
«¡Que la Madre María dirija cada paso nuestro de modo que nosotros seriamente, con valor y sensatez podamos responder a la violencia comprometida sobre nosotros!
El texto completo puede consultarse en: www.fides.org/eng/documents/Orissa_Bishops_Pastoral_Letter.doc
Por Inma Álvarez
