ROMA, miércoles, 18 noviembre 2008 (ZENIT.org) – La Librería Editorial Vaticana (LEV) abrió este martes una nueva librería en la plaza Pío XII, situada entre el final de la vía de la Conciliación y la plaza San Pedro, un lugar de cruce de caminos en el que aparcan los taxis y los coches de caballos.
La nueva librería está dedicada a Benedicto XVI. Los otros dos puntos de venta de la LEV están dedicados a Pablo VI (Vía de Propaganda Fide) y a Juan Pablo II (Plaza San Pedro). Los horarios de apertura son los mismos: de lunes a sábado, de 8,00 a 19,00 horas. Es el emplazamiento más cómodo para los visitantes que afluyen a las audiencias y las celebraciónes del Papa.
La tienda fue bendecida e inaugurada por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, tras un breve saludo del presidente del Consejo de Administración de la LEV, monseñor Giuseppe Antonio Scotti, y una celebración de la Palabra al aire libre, en el atrio adyacente al número 3 de la plaza Pío XII, bajo un cielo de un azul intenso y un sol que el norte de Europa puede envidiar a Roma en noviembre.
La nueva librería, luminosa y alegre, tiene una planta baja y un piso, accesible a las personas con discapacidad, gracias a un ascensor transparente, diseñado ad hoc, por el arquitecto italiano Giovanni Testa, que ha renovado y concebido este espacio para albergar también las oficinas de la «Peregrinatio ad Petri Sedem».
Pero la novedad está en que la librería incluye asimismo un mostrador de numismática y otro de filatelia: un matasellos especial celebra el acontecimiento.
Y sobre todo acoge un anexo del servicio fotográfico de «L’Osservatore Romano», de modo que no hará falta pasar por la Puerta de Santa Ana, dentro de los muros vaticanos, para ir a buscar fotos de una audiencia o una celebración.
Encontrar en el mismo lugar los cuatros servicios es un desafío y un medio de difusión de la enseñanza del sucesor de Pedro.
«Esta nueva librería –explicó el cardenal Bertone–, se propone como lugar de evangelización y de promoción humana auténtica, ofreciendo textos y publicaciones que respondan a las expectativas, a las exigencias y a los desafíos de la cultura contemporánea. Es lo que valida la inversión económica y humana que esto requiere, con la única intención de rendir un servicio eminentemente pastoral, en colaboración cordial y convencida con el ministerio de Pedro».
La fecha escogida para la apertura de la nueva librería es simbólicamente significativa: la fiesta de la dedicación de las basílicas de San Pedro y San Pablo.
El 18 de noviembre de 1626, Urbano VIII, papa del primer jubileo, consagró la «nueva» basílica de San Pedro.
Para el cardenal Bertone, la vocación de este nuevo punto de venta es la de un ágora que pueda servir de «caja de resonancia de la Palabra divina, eficaz, cradora y salvadora», para «amplificar el magisterio del sucesor de Pedro y de los obispos» y dar la palabra «a la cultura católica para que esta influencie hoy el tejido de la humanidad».
«Construyendo catedrales y basílicas, nuestros padres quisieron transmitirnos la fe que ellos mismos habían recibido –observó el cardenal Bertone–. Hoy, junto a los lugares de culto, es bueno que crezcan también los lugares de difusión de la verdad, los espacios de búsqueda y profundización del mensaje cristiano encarnado en la sociedad para que se difunda y penetre en el mundo».
La Librería Editorial Vaticana se remonta al papa Sixto V quien, el 27 de abril de 1587, fundó la Imprenta Vaticana.
Por Anita S. Bourdin, traducido del francés por Nieves San Martín