BOGOTÁ, jueves, 20 noviembre 2008 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Colombia ha denunciado "con preocupación" las amenazas e intimidación de que vienen siendo objeto los agentes de pastoral de la diócesis de Tumaco.

El episcopado, en un comunicado ha suscrito la denuncia que ha presentado el obispo de esa circunscripción eclesiástica, monseñor Gustavo Girón Higuita.

Según ha revelado el mismo prelado, ha recibido nuevas amenazas dirigidas contra los miembros de organizaciones sociales, indígenas, eclesiales, humanitarias, defensoras de derechos humanos, en particular, la pastoral social diocesana.

Las amenazas han sido presentadas por un grupo que se denomina Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

"En los últimos años nuestras actividades pastorales se ven cada vez más afectadas por la realidad del conflicto armado que sacude desde hace varias décadas nuestro país", denuncia.

"Estamos convencidos de que este conflicto tiene sus raíces en el conflicto social que de siglos atrás ha condicionado la historia de Colombia y que su solución no se puede lograr con la confrontación armada sino por la vía del dialogo y con profundas reformas económicas y políticas", añade monseñor Girón.

El obispo reafirma el objetivo general del plan pastoral de su diócesis: "Crecer como Iglesia Católica, pueblo de Dios que participa de la misión de Jesús como comunión de comunidades, orgánicas, inculturada y encarnada en los pueblos indígenas afronariñenses y mestizos, para construir el Reino de Dios, transformando la realidad al Plan de Dios a fin que estos pueblos tengan vida plena y sean protagonistas de su historia".

El prelado asegura que "somos neutrales fieles al evangelio, nos oponemos a la guerra y queremos ponernos al servicio del dialogo entre las partes a favor de la vida y de la autonomía de las comunidades".

"Rechazamos las amenazas recibidas y recordamos que por el hecho se ser Iglesia católica y comulgar con los mandamientos de la Ley de Dios, nuestro trabajo va encaminado única y exclusivamente al bienestar de las comunidades quienes se han visto afectadas con la situación de conflicto armado que vive nuestra región y nuestro país desde hace varios años".

"Hacemos un llamado urgente para que desde el esfuerzo coordinado de las entidades municipales, departamentales y nacionales, junto con el acompañamiento nacional e internacional, se tomen las medidas para evitar los posibles actos de violencia que se pudiera producir en contra de las personas y organizaciones defensoras de la vida y para enfrentar la grave situación que actualmente viven los municipios de la Costa Pacifica Nariñense", aclara el obispo.