Cardenal Rouco muestra la preocupación de la Iglesia por el deterioro de la convivencia

Durante su discurso hoy en la Asamblea Plenaria del episcopado español

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MADRID, lunes 24 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio Mª Rouco, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), mostró hoy la preocupación de los obispos por dos problemas que atraviesa el país: por un lado, «el peligro de un deterioro de la convivencia», y por otro, «la actual crisis económica».

En su discurso de apertura de la XCII Asamblea Plenaria de la CEE, el purpurado mostró la «inquietud» de los obispos ante la posible ruptura del » el espíritu de reconciliación, sacrificado y generoso, que presidió la vida social y política en los años llamados de la transición a la democracia».

Recordando la pasada historia de España, el cardenal Rouco afirmó que es «es necesario vigilar para evitar de raíz actitudes, palabras, estrategias y todo lo que pudiera dar pábulo a las confrontaciones que puedan acabar siendo violentas».

«A veces es necesario saber olvidar. No por ignorancia o cobardía, sino en virtud de una voluntad de reconciliación y de perdón verdaderamente responsable y fuerte», añadió, especialmente por el bien «de los jóvenes».

Añadió que la sangre de los muertos en la guerra, incluyendo la de los mártires, «sigue clamando al Cielo para pedir la reconciliación y la paz».

Sobre la crisis económica, el cardenal Rouco afirmó que no debe ser considerada «como fruto de leyes inexorables totalmente ajenas al comportamiento humano», sino que hay que reflexionar sobre sus «orígenes morales».

Es necesario examinar «si el relativismo moral no ha fomentado conductas no orientadas por criterios objetivos de servicio al bien común y al interés general; si la vida económica no se ha visto dominada por la avaricia de la ganancia rápida y desproporcionada a los bienes producidos; si el derroche y la ostentación, privada y pública, no han sido presentados con demasiada frecuencia como supuesta prueba de efectividad económica y social», afirmó.

En este sentido, el purpurado pidió una «actitud moral» también en la búsqueda de soluciones, que deben ir, apuntó, por una «mayor justicia social» y por «el apoyo a la familia».

«Cuando la familia no recibe el apoyo cultural, social y legal adecuado, se están cegando las fuentes de la savia moral del ciudadano actor del orden social justo», advirtió, y añadió que el aborto es una «injusticia clamorosa», así como la «desprotección legal del matrimonio».

La Iglesia, añadió, «no quiere imponer a los que no comparten la fe sus propias perspectiva y modos de comportamiento», sino que «desea simplemente contribuir a la purificación de la razón y aportar su propia ayuda para que lo que es justo, aquí y ahora, pueda ser reconocido y después también puesto en práctica».

Madrid 2011

Otra de las cuestiones que abordó el cardenal fue la celebración, en el año 2011, de la próxima Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, que definió como «una gran oportunidad, una verdadera hora de gracia».

El cardenal explicó que el próximo Domingo de Ramos, como es tradición en la preparación de la JMJ, se recogerá de manos del Papa la Cruz de estas Jornadas y se traerá a España, donde recorrerá en el plazo de un año todas las diócesis españolas.

«Será la ocasión para que, por todas partes, siguiendo un calendario preciso, pueda revitalizarse la atención de la Iglesia hacia los jóvenes y seguramente, de modo muy especial, a través de los mismos jóvenes», añadió.

Nueva Biblia de la CEE

El presidente de la CEE se refirió también la próxima edición de la Sagrada Biblia, en versión oficial de la Conferencia, un proyecto que ha tardado diez años en llevarse a cabo y en el que han participado más de 25 exégetas, dirigidos por el profesor Domingo Muñoz León.

Esta versión de la Biblia surgió de la necesidad, expresada por la Pontificia Comisión Bíblica, de «revisar la traducción de los textos bíblicos que se vienen usando en la liturgia y, a la vez, de disponer de una Biblia cuyo texto fuera exactamente el mismo que el utilizado en los libros litúrgicos».

Esta aprobación debe suponer la puesta en marcha de una «renovada pastoral de la Palabra de Dios» tal y como pedía el pasado Sínodo, añadió el purpurado.

Por otro lado, anunció que en esta Plenaria se estudiará un documento de la Comisión Episcopal de Misiones sobre la evangelización.

«La Iglesia en España ha sido y es intensamente misionera», recordó el cardenal Rouco. «La actual intensificación de la comunicación entre los pueblos y las culturas, lejos de dar paso a una menor valoración de la novedad de la fe cristiana y al relativismo religioso y cultural, es un estímulo para reavivar la misión que lleva a todos los hombres la noticia y la presencia de la salvación».

[Por Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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