CIUDAD DEL VATICANO, viernes 28 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).-En las últimas 72 horas, la Cáritas de la República Democrática del Congo ha culminado con éxito sendas operaciones de distribución de ayuda de emergencia a unos 40.000 desplazados en las zonas del Kivu Norte y de Dungu-Doruma, en la región nororiental del país.
Ntamugenga, una localidad situada a unos 50 kilómetros al norte de Goma, la capital del Kivu Norte, es el escenario donde el personal local de Cáritas ha estado distribuyendo hasta ayer, 25 de noviembre, lotes unifamiliares de productos no perecederos a unos 17.000 desplazados que se han asentado en esa zona tras los enfrentamientos de los últimos meses. Dentro de este reparto, en el que ha participado el obispo de Goma, monseñor Faustin Ngabu, cada familia ha recibido un lote de productos compuesto por mantas, bidones de agua y productos de aseo.
Por otra parte, el pasado 23 de noviembre un equipo de Cáritas Goma se desplazó a la localidad de Karambi, en la región de Rutshuru, para proceder a la identificación del número de personas desplazadas en la zona con vistas a iniciar, en los próximos días, una nueva operación de reparto de ayuda de emergencia.
4.000 familias atendidas en Dungu-Doruma
Junto a esta acción humanitaria en el Kivu, Cáritas desarrolla al mismo tiempo en la R. D. del Congo otra importante campaña de emergencia en la zona nororiental del país, en la diócesis de Dungu-Doruma, para auxiliar a los miles de desplazados que huyen de las incursiones armadas de los rebeldes ugandeses del LRA (Ejército de Resistencia del Señor). Dentro de esta operación de ayuda, el pasado lunes se completó la primera fase de reparto de bienes no perecederos a 2.000 familias en Dungu, a los que se sumarán en las próximas semanas otras 2.000 familias en la zona de Nyangara. La red Cáritas está entregando a cada familia un lote formado por mantas, pañales, ropa de abrigo, enseres de cocina y productos de higiene.
Esta es la primera ayuda que reciben los desplazados de esta región, después de que el clima de inseguridad causado por los recientes ataques de los rebeldes ugandeses obligara a todas las organizaciones humanitarias a suspender temporalmente sus actividades.