MADRID, jueves, 4 diciembre 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, ha convocado para el domingo 28 de diciembre, a mediodía, festividad de la Sagrada Familia, una solemne celebración eucarística para las familias de toda España.
Según anuncia el presidente de la Conferencia Episcopal en una carta, el encuentro tendrá por lema «La familia, gracia de Dios» y se celebrará en la Plaza de Colón de Madrid, como ya sucedió en la misma fecha del año pasado, con la participación de dos millones de personas.
La misa será precedida por el rezo del Ángelus dirigido por Benedicto XVI desde Roma, en el que se dirigirá a los presentes con palabras de aliento y de bendición.
En su misiva, el arzobispo de Madrid recuerda que «la fiesta de la Sagrada Familia nos invita a todos, en el marco de la Navidad, a dar gracias a Dios porque ha querido que su Hijo Jesucristo viviera en el seno de una familia y fuera modelo para todos nosotros en las relaciones familiares».
Para el cardenal, celebrar la familia, como gracia de Dios, es «uno de los gozos más grandes de la Navidad».
«La familia es gracia de Dios porque Cristo la ha santificado con su presencia y ha hecho de ella el lugar donde crecía en edad, sabiduría y gracia ante Dios y los hombres».
«Para los cristianos, este acontecimiento nos invita a hacer de nuestras familias lugares de la gracia de Dios donde todos, a ejemplo de Cristo, vivamos el proceso de la santificación y ofrezcamos al mundo entero el testimonio atractivo del vivir en Cristo».
El cardenal invita «a toda la comunidad diocesana a esta celebración festiva de la fe, especialmente a las familias», en la que, señala, «participarán familias venidas de otras partes de España, acompañadas de sus respectivos obispos, que se unirán a nosotros en la misma fe y en la misma comunión eucarística manifestando que todos formamos la única familia de los hijos de Dios».
«Acontecimientos como éstos –prosigue el cardenal– nos exigen esforzarnos un poco más de lo habitual. La comunión exige salir de los propios intereses y comodidades para manifestar que somos un único pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo. Por ello, que nadie se sienta indiferente ante esta llamada que os dirijo como Obispo de Madrid».
El cardenal invita de manera especial «a los jóvenes y niños a ofrecer el testimonio de su alegría y juventud en Cristo. De esta manera se hará patente que Cristo sigue vivo en cada uno de nosotros y en la totalidad de la Iglesia».
«Os espero con ilusión –concluye el cardenal–. Os animo vivamente a la participación y bendigo ya desde ahora todo vuestro esfuerzo para que este día la Familia de Nazaret brille por su gozosa actualidad en cada una de nuestras propias familias».