CIUDAD DEL VATICANO, domingo 21 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- “Muchos dicen que los chicos son caprichosos, que nunca está contentos con nada, que pasan de un juego a otro sin disfrutarlos. Vosotros en cambio decís a Je´sus: ¡Me bastas Tú1”, afirmó Benedicto XVI este sábado al recibir a un grupo representante de jóvenes de la Acción Católica Italiana (ACR).

El Papa confesó a los chicos estar “muy contento de que también este año, al acercarse la Santa Navidad”, los jóvenes hayan acudido “a alegrar con su presencia estos palacios solemnes”.

Les explicó que decir a Cristo “me bastas Tú” significa muchas cosas: “Tú eres nuestro amigo más querido, que nos hace compañía cuando jugamos y cuando vamos a la escuela, cuando estamos en casa con nuestros padres, nuestros abuelos, hermanitos y hermanitas, y cuando salimos con los amigos. Tú nos abres los ojos para poder ver a nuestros compañeros tristes y a tantos niños en el mundo que sufren el hambre, la enfermedad y la guerra”.

“Tu nos das la verdadera alegría, esa que no termina como nuestros juegos, sino que desciende en el alma y nos hace buenos -añadió-. Nos bastas Tú sobre todo cuando rezamos, porque Tú escuchas siempre nuestras oraciones, que hacemos para que el mundo sea cada vez más bello y bueno para todos”.

“Nos bastas Tú, porque nos perdonas cuando hacemos alguna trastada; nos bastas Tú porque si nos perdemos vienes a buscarnos y nos coges en brazos, como has hecho con la oveja perdida. Nos bastas Tú porque tienes una mamá hermosísima que, antes de morir en la cruz, quisiste que también se convirtiera en nuestra mamá”.

Dirigiéndose a sus “pequeños amigos”, el Papa les pidió si quieren ayudar a sus compañeros a estar también así con Jesús.

Un muchacho que pertenece a la ACR, explicó, “es uno que, cuando va a ver a Jesús, le gusta llevar también a algún amigo, porque quiere dárselo a conocer; que no piensa sólo en sí mismo, sino que tiene un corazón grande y atento a los demás”.

La Acción Católica, dijo a los jóvenes, “tiene como objetivo ayudaros a ser santos; por esto os ayuda a encontrar a Jesús, a amar a su Iglesia y a interesaros por los problemas del mundo”.

“Queridos muchachos, podéis rezar al Señor para que cambie el corazón de los constructores de armas, para que haga recobrar la cordura a los terroristas, convierta el corazón de quienes piensan siempre en la guerra y para que ayude a la humanidad a construir un futuro mejor para todos los niños del mundo”, recordó el pontífice.

“Estoy seguro de que rezaréis también por mí, ayudándome así en la difícil misión que el Señor me ha confiado”, concluyó antes de desear una feliz Navidad a los jóvenes, a sus familias y a todos los jóvenes de la Acción Católica”.