PARÍS, miércoles 17 de diciembre de 2008 (ZENIT.org).- «El domingo, en riesgo en la vida actual», es el título del documento que los obispos franceses han hecho público el pasado lunes 15 de diciembre, con ocasión del proyecto de ley francés sobre el trabajo en domingo.
El documento ha sido elaborado por el Consejo para las cuestiones familiares y sociales de la Conferencia de los obispos de Francia.
Los obispos aducen razones tanto sociales como antropológicas para argumentar la importancia del día de descanso semanal en la cultura occidental y para el bienestar de las familias.
Por un lado, afirman, es necesario «un tiempo para descansar, vivir en familia, tener una vida social y disfrutar de diversas actividades culturales y deportivas etc.», escapando de las constricciones impuestas por el trabajo durante el resto de la semana.
Respecto a las razones sociales que aconsejan no eliminar el día de descanso semanal, los prelados advierten que la economía y el trabajo «no pueden tener la última palabra en la vida social», y recuerdan que cuando se reguló por última vez esta cuestión, en el año 1906, se afirmaba que el domingo supone «una experiencia social que es importante respetar».
Los defensores de la consideración del domingo como día laborable, precisan los obispos, son sobre todo las grandes superficies comerciales, que pretenden así «dinamizar la economía»; pero, advierten, esta medida está «lejos de ser eficaz», porque el problema «tiene que ver más con el poder adquisitivo real de los consumidores», añaden.
Además, para los trabajadores, las ventajas salariales del trabajo extraordinario desaparecerán, «a menos que se recurra a empleos a tiempo parcial, que continúen reforzando las situaciones de estado precario de muchas familias».
Finalmente, advierten, borrar el carácter particular del domingo «es un camino fácil que, con el pretexto del liberalismo, le retira al hombre una indicación objetiva, inscrita en el tiempo, de su dimensión espiritual».
«La apertura de las tiendas el domingo volvería a banalizar este día y a hacer pasar las leyes del comercio por encima de la dimensión amistosa, familiar y espiritual de la existencia. Esto acentuaría la atomización de la sociedad francesa», subraya el Consejo para las cuestiones familiares y sociales de la Conferencia de los obispos de Francia.
El domingo para los cristianos
Para los cristianos, el domingo es el día del descanso y también de la liberación del mal mediante la resurrección de Cristo. «La asamblea dominical celebra con anticipación el ‘banquete celeste’ y la esperanza de la vuelta del Señor. La misa del domingo expresa a la vez el sentido y la finalidad de la vida de los cristianos», explica el documento.
Desde los primeros siglos, el significado del domingo como día de la Eucaristía «precedió la instauración del domingo como día de descanso semanal», la cual «permitió enriquecer la celebración de día del Señor» como «día dedicado a la familia y a la contemplación espiritual».
Actualmente, ante la amenaza de desaparición del descanso dominical, advierten los obispos, «los cristianos, guardando el domingo, hacen un llamamiento profético: el hombre no vive solo de pan».
La Iglesia, al defender el domingo, no sólo «manifiesta su voluntad de que los cristianos vivan ese día en condiciones favorables», sino también «desea prestar un servicio a toda la sociedad, para que pueda encontrar un camino que permita hacer la vida humana cada vez más humana».
El documento puede leerse en: www.eglise.catholique.fr
Por Inma Álvarez