NAZARET, jueves, 14 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha mostrado en Nazaret que lo que realmente necesita hoy la sociedad para no deshumanizarse es redescubrir la familia, explica el responsable de la Obra Romana para las Peregrinaciones, institución dependiente de la Santa Sede.
El padre Caesar Atuire, quien acompaña al Santo Padre en su itinerario por Tierra Santa, constata en conversación con ZENIT que el penúltimo día de su peregrinación ha mostrado el antídoto para que la sociedad no se convierta «una aglomeración de individuos» condenados a la soledad.
En la multitudinaria misa (unas 40 mil personas) que el Papa celebró en el Monte del Precipicio, en la ciudad de Jesús, María y José, clausuró el Año de la Familia, celebrado por la Iglesia en Tierra Santa, y bendijo la primera piedra de un Centro Internacional para la Familia, que aquí se construirá.
«Todos necesitamos volver a Nazaret para contemplar siempre de nuevo el silencio y el amor de la Sagrada Familia, modelo de toda vida familiar cristiana», dijo el Papa en la homilía.
«Aquí, tras el ejemplo de María, José y Jesús, podemos apreciar aún más la santidad de la familia que, en el plan de Dios, se basa en la fidelidad para toda la vida de un hombre y una mujer, consagrada por el pacto conyugal y abierta al don de Dios de nuevas vidas», subrayó el obispo de Roma.
Y exclamó: «¡Cuánta necesidad tienen los hombres y mujeres de nuestro tiempo de volver a apropiarse de esta verdad fundamental, que constituye la base de la sociedad y qué importante es el testimonio de parejas casadas para la formación de conciencias maduras y la construcción de la civilización del amor!»
Al subrayar la importancia de esta etapa de la peregrinación papal, el padre Atuire recuerda que «Dios quiso entrar en la historia de la humanidad como un ser humano, como cada uno de nosotros, encarnándose en el cuerpo de una mujer y a partir de ahí se desarrolló su vida en un contexto familiar».
«A dos pasos de la Basílica de la Anunciación está también la iglesia de San José que es la iglesia que conmemora el lugar en el que la Sagrada Familia vivió», explica el administrador delegado de la Obra Romana para las Peregrinaciones. «Comprendemos así que la sociedad humana no es un conjunto, una aglomeración de individuos sino una comunidad de familias».
«El Papa ha querido resaltar el tema de la familia como un tema decisivo para hoy, sobre todo cuando vivimos en una sociedad en la que la familia sufre muchas amenazas», en la que «se quieren equiparar a la familia otras realidades que no lo son».
Por Mercedes de la Torre
