CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 22 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Los más altos representantes del Congreso Mundial Judío han visitado este viernes el Vaticano para agradecer a Benedicto XVI la peregrinación que hizo a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo.
El agradecimiento fue presentado por el presidente de esta institución, Ronald S. Lauder, en una audiencia que le concedió el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.
Según ha explicado el Congreso Mundial Judío en un comunicado, «a pesar de que fue un viaje complicado, ha sido positivo y ha sido una piedra angular para fortalecer el mutuo entendimiento entre cristianos y judíos».
El presidente afirmó que toda afirmación sobre la «sensible cuestión del Holocausto deben hacerse con gran cuidado».
Respondiendo a los líderes judíos, explica el comunicado del Congreso Mundial Judío, el cardenal Bertone afirmó que la Iglesia «reconoció el carácter único del Holocausto».
Al mismo tiempo, el purpurado italiano dejó claro que «no hay lugar en las instituciones de la Iglesia para los que niegan el Holocausto, como es el caso del obispo [Richard] Williamson».
El secretario de Estado invitó a los líderes del Congreso Mundial Judío y a estudiosos a cooperar en el examen de los archivos privados de Pío XII sobre el período precedente al año 1939 y reveló que el Vaticano ha hecho progresos para que sea posible el acceso de los historiadores a los documentos sobre Pío XII relativos al período entre 1939 y 1945.
El cardenal Bertone dijo, según el comunicado, que la Santa Sede busca «hacer más firmes los lazos entre el Judaísmo y la Iglesia».
Los líderes judíos reiteraron que los desafíos futuros sólo se podrán afrontar si se refuerza el diálogo interreligoso y si sus beneficios son bien comunicados al mundo.
«Tenemos que trabajar juntos para asegurar que la libertad religiosa es respetada por doquier y que la religión no es utilizada para justificar el extremismo y el terror», dijo Lauder.
El Congreso Judío Mundial es la federación internacional que reúne y representa a las comunidades y organizaciones judías del mundo.
«Fundado en Ginebra en 1936 para unir a los judíos y movilizar al mundo en contra de la avanzada Nazi, el Congreso actúa como brazo diplomático del pueblo judío ante los gobiernos y organizaciones internacionales, luchando por la dignidad del pueblo judío, combatiendo el antisemitismo, fortaleciendo los vínculos con otros credos, y apoyando al Estado de Israel», según explica en su página web..
El principio central del CJM es que todos los judíos son responsables los unos por los otros, todos unidos en la diversidad. En este sentido, el CJM se integra con más de 80 comunidades organizadas en 5 estructuras regionales: Norteamérica, América Latina, Europa, Euro-Asia e Israel.