CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 mayo 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha enviado la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud como consuelo a las poblaciones y en particular a los jóvenes de los Abruzos, la región italiana flagelada por el terremoto de la noche del pasado 6 de abril que provocó casi 300 víctimas.
La Cruz, llevada por doce voluntarios del Centro Juvenil San Lorenzo de la Santa Sede, como él mismo explicó este mediodía, al rezar la oración mariana del Regina Caeli junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, está congregando a numerosos chicos y chicas.
«En comunión con los jóvenes de esa tierra duramente golpeada por el terremoto, pedimos a Cristo muerto y resucitado que infunda sobre ellos su Espíritu de consuelo y de esperanza», dijo el Papa.
La Cruz llegó este sábado a la Casa del Estudiante de la ciudad de L’Aquila, donde fallecieron ocho personas, y fue recibida por jóvenes de la ciudad. Tras un momento de oración, fue llevada al campo de tiendas de campaña número 1, donde pasó una noche que comenzó con una vigilia de Pentecostés.
Este domingo fue llevada a la Escuela de la Guardia de Finanzas de Italia, donde el obispo del lugar, monseñor Giuseppe Molinari, celebró una misa con confirmaciones. Durante el resto del día ha recorrido localidades cercanas con campos de tiendas de campaña.
Según el programa, el regreso de la cruz a Roma está previsto para el 2 de junio.
«¿Por qué llevar la Cruz a la ciudad de L’Aquila?», se pregunta el organizador de la iniciativa, el padre Eric Jacquinet, responsable de la sección Jóvenes del Consejo Pontificio para los Laicos.
«La peregrinación continua de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud es verdaderamente un manantial de gracia inmensa», responde, recordando que este símbolo por antonomasia del cristianismo recorre el mundo desde que Juan Pablo II la entregó el 22 de abril de 1984 a los jóvenes tras el Año Santo de la Redención.
«Muchas son las personas que sufren y que a sus pies han encontrado consuelo y paz. Muchos han sido los que han tocado gracias a ella el misterio de Dios revelado en Cristo. Muchos han quedado tocados por la misericordia de Cristo por los pecadores y han encontrado la fuerza para pedir el bautismo o el sacramento de la reconciliación. Muchas han sido las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada que han surgido a los pies de esta Cruz», escribe el sacerdote francés.
La Cruz recorrerá España antes de que se celebre la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en agosto de 2011.
