JAFFNA, Sri Lanka, lunes 11 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Un trabajador de Caritas murió la semana pasada en una zona considerada "de seguridad" de Sri Lanka en la que las fuerzas gubernamentales habían arrinconado a los "tigres tamiles" rebeldes.
Raj Anthonipillai Uthayaraj, de 26 años, falleció a causa de los combates en Mullivaikal, en una zona en teoría libre de disparos en la que los civiles han encontrado refugio, según informó Caritas el miércoles pasado.
La secretaria general de la organización, Lesley-Anne Knight, declaró: "Ésta es una terrible pérdida para la familia de Raj, para sus amigos y para Caritas".
A pesar de que decenas de miles de personas se refugiaron en esta zona situada al norte de la isla, las fuerzas rebeldes fueron empujadas a la misma región, por lo que los combates afectaron a los civiles.
Knight destacó que "esto hace más patente la necesidad de que las personas atrapadas en este conflicto tengan la seguridad y lo básico que necesitan"
Se estima que unos 190.000 civiles han podido escapar de la zona a los campos de refugiados del gobierno.
Hace poco más de dos semanas, el director de la Caritas local, el padre T.R. Vasanthaseelan, resultó gravemente herido en esa zona.
El director nacional, el padre Damien Fernando advirtió que "la guerra debe acabar o se perderán más vidas" y afirmó que "los que trabajan para ayudar y los civiles deben recibir una verdadera protección".
También señaló que Caritas continuará ayudando a la gente y buscando una solución duradera para que el país viva en paz.
Ante la escalada de la violencia que se vive en el país asiático, la entidad católica está llevando a cabo acciones de emergencia para socorrer a las decenas de miles de personas que han huido de sus hogares.