CIUDAD DEL VATICANO, martes, 26 mayo 2009 (ZENIT.org).- A pesar de la crisis económica mundial, la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada alcanzó en el último año, con más de 82 millones de euros, un récord en donativos, según queda reflejado en el informe anual de la Asociación.
"Los ingresos por donativos, procedentes de 18 países de Europa, América del Norte y del Sur y de Australia, se han incrementado en casi un 3% frente al ejercicio anterior", explica la organización de derecho pontificio en un comunicado enviado a ZENIT.
En el año 2008, la Asociación subvencionó 5.020 proyectos en 137 países. La mayor parte (1.059 proyectos) fueron ayudas a la construcción o renovación de iglesias, conventos, seminarios y casas y centros parroquiales.
<p>Además, Ayuda a la Iglesia Necesitada apoyó a 14.739 seminaristas, a saber, casi a uno de cada ocho futuros sacerdotes de todo el mundo.Entre los sacerdotes necesitados se repartieron unos 1,2 millones de estipendios de Misa, la pastoral familiar se promovió con casi 1,1 millones de Biblias del Niño y 365.000 ejemplares del Pequeño Catecismo.
Además, fueron financiados 930 proyectos de formación y 844 proyectos pastorales. También se hizo posible la adquisición de un vehículo para 370 sacerdotes, religiosas y catequistas en lugares donde los creyentes viven muy dispersos y donde es preciso recorrer grandes distancias para llevar a cabo la pastoral.
La ayuda al apostolado de los medios de comunicación, cuya importancia ha recalcado en varias ocasiones el Santo Padre, supuso casi un 8%.
En Europa Central y Oriental, la ayuda a Ucrania, Rusia y los Balcanes sigue siendo fundamental. Así, por ejemplo, y gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada, se está erigiendo actualmente en Pristina (Kosovo) una concatedral que será consagrada a la Madre Teresa de Calcuta. En África, las Iglesias Católicas de Ruanda y de la vecina región de Kivu Oriental (República Democrática del Congo), dos territorios asolados el año pasado por un grave terremoto, recibieron una ayuda de más de 400.000 euros para poder seguir prestando su servicio a la población damnificada.
También la ayuda a Sudán, un país que sigue devastado por la guerra civil, y a Zimbabue, que se hunde cada vez más en la miseria, siguieron revistiendo mucha importancia.
En Latinoamérica, no dejaron de ser prioritarias las ayudas a países como Cuba, donde la Iglesia, tras décadas sufriendo un gobierno hostil a la religión, parece volver a recobrar poco a poco el aliento; a Colombia, sacudida por la violencia; y a Haití, uno de los países más pobres del hemisferio occidental, aquejado por las catástrofes naturales, la violencia y la inestabilidad política.
También a Brasil, que alberga al 19% de todos los católicos del mundo, pero cuya Iglesia se ve impedida por la agresiva evangelización de las sectas, el éxodo rural y la pobreza, además de las enormes distancias (sobre todo, en la Amazonia) y la falta de infraestructuras, se destinaron más de 4,1 millones de euros. En Asia siguen ocupando el primer lugar China, Vietnam y Birmania (Myanmar), donde el ciclón Nargis ocasionó enormes daños.
También el apoyo a los cristianos de Próximo Oriente sigue siendo muy importante, sobre todo, la ayuda a familias iraquíes refugiadas, así como a los cristianos de Tierra Santa. El Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, escribió en 2008 a Ayuda a la Iglesia Necesitada: "Sin la solidaridad de los cristianos de todo el mundo no podríamos sobrevivir en Tierra Santa".
La asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada fue fundada en 1947 por el monje premonstratense holandés P. Werenfried van Straaten, que se hizo legendario bajo el apodo de "Padre Tocino".
Esta asociación de Derecho Pontificio apoya a la Iglesia católica en todo el mundo, dondequiera que esté amenazada, sea perseguida o sea demasiado pobre para prestar su servicio pastoral.