WASHINGTON, viernes 28 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- Cincuenta y seis personalidades del mundo protestante evangélico estadounidense, entre profesores universitarios, editores de prensa y representantes de diversas instituciones firmaban, el pasado 27 de julio, un mensaje de apoyo a la última encíclica del Papa Benedicto XVI, Caritas in Veritate.
En esta declaración, titulada Doing the Truth in Love (Haciendo la Verdad en el Amor), a la que ZENIT ha podido tener acceso, los firmantes "aplauden" el texto y piden "a los cristianos de todas partes, y especialmente a nuestros miembros evangélicos en el Norte global", que la lean y se sensibilicen con ella.
Además, apelan a todos los cristianos a un "serio diálogo" sobre las propuestas de la encíclica.
Los firmantes felicitan especialmente "la forma en que esta encíclica considera el desarrollo económico en términos de la trayectoria del verdadero florecimiento humano".
Coinciden en pedir con ella "una nueva visión del desarrollo que reconozca la dignidad de la vida humana en su plenitud, lo que supone la "preocupación por la vida desde la concepción hasta la muerte natural, por la libertad religiosa, por el alivio de la pobreza, y por el cuidado de la creación".
Particularmente, muestran su acuerdo con el concepto de "desarrollo humano integral" y su visión del fenómeno de la globalización.
"Afirmamos con esta encíclica que la globalización debe convertirse en un proceso de integración centrado en la persona y orientado a la comunidad", señala el texto.
También aprecian que la Caritas in Veritate no entre en un análisis simplificador de la polarización entre el libre mercado y la excesiva intervención estatal, sino que encuadre la economía dentro de las relaciones humanas y, por lo tambo, sujeta a normas morales.
"La vida económica no es amoral o autónoma. Las instituciones económicas, incluyendo los propios mercados, deben estar marcados por relaciones internas de solidaridad y confianza".
Apoyan además el "énfasis de la Caritas in Veritate en la empresa social, es decir, en el esfuerzo del negocio guiado por un principio mutualista que trasciende la dicotomía del beneficio sí, beneficio no".
"En términos más generales, instamos a los evangélicos a considerar la invitación del Papa Benedicto XVI de reflexionar sobre quiénes deben ser considerados agentes empresariales y sobre el significado moral de la inversión".
Sin embargo, echan en falta en la encíclica "una crítica más fuerte hacia la elevación de dinero a un estado de idolatría y el predominio actual resultante de los mercados financieros sobre otros elementos de la economía mundial".
Por último, apoyan la preocupación de la encíclica por la decadencia de los sistemas de seguridad social, por el cada vez menor poder de los sindicatos y por la presión de una movilidad laboral socialmente destructiva.
También coinciden en el temor ante el "crecimiento de un Estado de bienestar arrogante, que degrada el pluralismo social y cívico. Por tanto, estamos de acuerdo en que la subsidiariedad y la solidaridad deben ir juntas, como propone la Caritas in Veritate". No "más Estado" sino "mejor Estado".
"Con la Caritas in Veritate, nos comprometemos a no ser víctimas de la globalización, sino sus protagonistas, trabajando por la solidaridad global, la justicia económica y el bien común, como normas que trascienden y transforman los motivos del beneficio económico y del progreso tecnológico", concluye el mensaje.
[Por Inma Álvarez]