BURGOS, lunes, 31 agosto 2009 (ZENIT.org).- Obispos españoles han escrito una carta en la que proponen que el beato María Rafael Arnáiz Barón, más conocido como el «Hermano Rafael», sea proclamado uno de los «copatrones» de la Jornada Mundial de la Juventud que el Papa presidirá en agosto de 2011 en Madrid.
Benedicto XVI canonizará en el Vaticano el próximo 11 de octubre a este joven, que falleció a los 27 años (1911-1938), en el monasterio cisterciense de San Isidro de Dueñas, en Palencia, España.
«Confiamos en que el Hermano Rafael Arnáiz nos acompañe como uno de los ‘copatrones’ del encuentro, para que todos los jóvenes del mundo puedan conocer la obra de Dios en este joven del siglo XX», explican los obispos pensando en la Jornada Mundial de la Juventud.
La carta pastoral dirigida a los jóvenes con el título «Busca el rostro de Dios» fue firmada el 15 de agosto en San Isidro de Dueñas por Francisco Hellín, arzobispo de Burgos; José Ignacio Munilla, obispo de Palencia; Ricardo Blázquez, obispo de Bilbao; Rafael Palmero, obispo de Orihuela-Alicante; Francisco Cerro, obispo de Cória-Cáceres; Manuel Sánchez, obispo de Mondoñedo-Ferrol; y Gerardo Melgar, obispo de Osma-Soria.
Los obispos advierten a los jóvenes españoles: «¡no vaya a ocurrir que ‘los de casa’ desconozcamos el tesoro que tenemos a nuestro lado, y que tengan que venir de lejos a abrirnos los ojos!».
Por eso exhortan: «acerquémonos al Hermano Rafael, peregrinemos a la Trapa de San Isidro de Dueñas para orar ante su tumba, leamos sus escritos, y seamos difusores de su vida y testimonio…».
«En definitiva, ¡seamos auténticos, como el Hermano Rafael! A los jóvenes católicos de este siglo XXI, os toca remar contra corriente. ¡Somos conscientes de ello! No es fácil ser auténtico, en medio de tantos reclamos y tentaciones contrarias al camino del Evangelio», aseguran los obispos.
El Hermano Rafael, nacido en Burgos, era un joven estudiante de Arquitectura, cuando en octubre de 1930 visitó el Monasterio de San Isidro de Dueñas, vislumbrando la vocación monástica. Ingresó en La Trapa cuatro años después. Murió en el monasterio a causa de su diabetes. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II, el 27 de septiembre de 1992.
La carta de los obispos puede leerse en http://www.diocesispalencia.org