LIMA, lunes 24 de agosto de 2009 (ZENIT.org).- Los obispos de Perú han vuelto a elevar su voz para exigir paz tras los trágicos enfrentamientos que se han cobrado vidas humanas en tierras amazónicas y denuncian: "¡Nos hemos matado entre hermanos!".

El llamamiento de los prelados tiene lugar en forma de mensaje al final de su asamblea plenaria extraordinaria, que contó con la visita del presidente de la República, Alan García, y algunos ministros del gobierno.

Los obispos, como ellos mismos informan en el mensaje, se han "detenido a observar la ola de reclamos y protestas que, entre otras trágicas consecuencias, llegó al extremo de cobrarse vidas humanas, como ha sucedido recientemente en Bagua".

Se trata de enfrentamientos que tuvieron lugar a inicios del mes de junio en la región amazónica entre pobladores locales y la policía que provocaron 33 muertos, según datos oficiales.

"Deploramos esa violencia y nos solidarizamos con sus víctimas, policías y civiles. Compartimos el dolor de sus familiares recogiendo el grito que una mujer wampis expresó ante un obispo de la selva: '¡Nos hemos matado entre hermanos!'".

Los prelados piden que "se esclarezcan los hechos y se proceda con justicia" y al mismo tiempo hacen "un llamado a la reconciliación y al mutuo entendimiento".

Según los obispos, "las autoridades deben escuchar los justos reclamos de los ciudadanos y éstos han de emplear los medios legítimos en un Estado de derecho, por las vías del diálogo y respeto mutuos, excluyendo la violencia que, lejos de alcanzar algún bien, acarrea siempre peores consecuencias".


Por ello, ven "con esperanza la iniciativa de la Mesa de Diálogo entre el Gobierno y las Comunidades Amazónicas", a la vez que urgen "la efectiva participación de los representantes del Gobierno en la misma".

"La paz es el fruto de la justicia", afirman, explicando, como lo hace Benedicto XVI en la encíclica "Caritas in veritate" que "el fin de toda actividad humana es y ha de ser siempre el bien integral de todas y cada una de las personas".