LA HABANA, miércoles 23 de septiembre de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Una voz representativa de la Iglesia católica en Cuba se mostró complacida por el polémico concierto del artista Juanes el pasado domingo en La Habana y destacó que, como proclamó el cantante colombiano, «cambiar el odio por el amor es posible y necesario».
«Juanes y todos los que se comprometieron en su empresa supieron transmitir el mensaje de que la paz es posible y necesaria, de que cambiar el odio por el amor es posible y necesario. Y sobre su deseo de Cuba, una sola familia», dijo este martes la revisa Palabra Nueva.
El órgano de la Arquidiócesis de La Habana saludó al rockero colombiano «y su proyecto, propósito y puesta en práctica de un megaconcierto en La Habana para quitarle fronteras a la paz». De hecho, tras el éxito del concierto por la paz y la supresión de las fronteras en La Habana, Juanes prepara un concierto similar en la frontera entre México y Estados Unidos.
La publicación católica cubana destacó que el exhorto se realizó «desde el mismo lugar donde hace 11 años el Papa Juan Pablo II proclamó que Cuba debe abrirse al mundo y el mundo acercarse a Cuba», durante una misa en el marco de su histórica visita.
Juanes y la merenguera Olga Tañón aprovecharon la oportunidad para proclamar en la Plaza «Viva Cuba Libre», al señalar, «es tiempo de cambiar» y que hay «una sola familia cubana a ambos lados del estrecho de Florida».
«Juanes y todos los que se comprometieron en su empresa supieron transmitir el mensaje de que la paz es posible y necesaria, de que cambiar el odio por el amor es posible y necesario. Y sobre su deseo de ‘Cuba, una sola familia’… Así sea», concluye Palabra Nueva.
El antiguo presidente Fidel Castro se había unido antes al elogio del espectáculo que congregó en la emblemática Plaza de la Revolución a más de un millón de personas que desafiaron un ardiente sol y temperaturas de hasta 33 grados centígrados.
En un artículo en el sitio digital oficial cubadebate.cu, reproducido este día por la prensa estatal, Castro, de 83 años, calificó como «extraordinario» el multitudinario recital organizado por el autor de A Dios le pido y La camisa negra junto a otros 14 artistas internacionales y nacionales, entre ellos el cantante español Miguel Bosé.