LONDRES, lunes 9 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- La Comunión Tradicional Anglicana de Gran Bretaña ha sido la primera en aceptar formalmente la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus, según se ha hecho público hoy en un comunicado.
La aceptación formal tuvo lugar durante el sínodo, celebrado el pasado 28 de octubre en el Priorato de Saint Catherine, un convento restaurado tras su destrucción por Enrique VIII. La votación fue unánime, a pesar de que la Constitución Apostólica aún no se había publicado.
La resolución adoptada ofrece “su gozoso agradecimiento a Benedicto XVI” por permitir a los anglicanos entrar como corporación en comunión con la Santa Sede, y pide “al Primado de la Comunión Tradicional Anglicana y al Colegio de los obispos que de los pasos necesarios para implementar esta Constitución”.
Uno de los presentes, el obispo David Moyer, afirmó que esta Asamblea estuvo «una reunión llena de gracia donde todos los asistentes se dieron cuenta del movimiento del Espíritu Santo. Los obispos, sacerdotes, ordenandos y representantes laicos fueron llevados a estar en pleno acuerdo y en una sola mente como San Pablo rezó para la Iglesia de Filipos”.
En la votación estuvo presente el Primado de la Comunión, el arzobispo Hepworth de Australia, que recientemente participó en un encuentro en Londres promovido por la asociación Forward in Faith entre el 23 y 24 de octubre pasados.
La reunión tuvo lugar tras hacerse pública la decisión de la Santa Sede de admitir a la comunión de la Iglesia a los anglicanos a través de la creación de Ordinariatos personales.
En aquella ocasión, el arzobispo Hepworth agradeció públicamente la “generosidad del Santo Padre”, apaciguando dudas y conquistando pesimistas.
Puso la mejor cara posible del futuro de los delegados, diciendo que tenían la seguridad de que serían tratados como católicos anglicanos, así como hay romanos, ucraniano y maronitas.
Explicó que se les ofrecería un organismo eclesial para los anglicanos que respetaría “esos elementos cruciales de espiritualidad, liturgia, teología e historia, y disciplina, que forman parte del patrimonio anglicano”.
Para el arzobispo Hepworth, esto es lo que ellos “habían pedido y rezado durante décadas”, y que ahora se les ha concedido “generosamente”.
Recordando la parábola del hijo pródigo, se dirigió a los católicos en general y a los anteriores conversos, que “quieren que la gente vuelva agachada, castigada e intimidada” afirmó que “es el mismo Santo Padre quien ha elegido matar el novillo cebado”. Al respecto recordó también la parábola de los trabajadores de la viña.
También se refirió a la decisión del Papa mediante un comunicado publicado el pasado 21 de octubre.
Por su parte, el presidente de la asociación Forward in Faith, John Broadhurst, obispo de Fulham, hizo hoy público un comunicado dirigido a los miembros de esta asociación en todo el mundo, se declaró “impresionado” por el contenido de la Constitución, y afirmó que “Roma ofrece lo que la Iglesia de Inglaterra ha negado”.
“La norma exigida por la doctrina de Roma es el nuevo Catecismo que la mayoría de nosotros estamos ya usando. Nos gustaría poder utilizar el rito anglicano o romano, y nuestros Ordinarios tendrían jurisdicción”, explicó.
“No voy a responder a la pregunta ¿Qué vas a hacer? Es algo que tenemos que resolver juntos”, indicó el prelado.
El obispo concluyó afirmando que éste “es un momento tan excitante como peligroso para el cristianismo en este país”, y aseguró que esta “situación no debe ser usada dañar a la Iglesia anglicana”, aunque los derechos deberán serles reconocidos, especialmente en las cuestiones de patrimonio.
Más información: www.themessenger.com.au/News/20091109.htm
[Por Inma Álvarez]