CIUDAD DEL VATICANO, jueves 3 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- La experiencia de la enfermedad y el sufrimiento puede convertirse en una escuela de esperanza, madurez y unión a Cristo, y beneficiar a toda la Iglesia, afirma Benedicto XVI en su mensaje para la 18ª Jornada Mundial del Enfermo.
La celebración tendrá lugar el próximo 11 de febrero, coincidiendo con el 25º aniversario de la institución del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios.
El mensaje, publicado este jueves por la Oficina de Información de la Santa Sede, señala que «con la gracia de Dios acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia de la enfermedad y del sufrimiento puede convertirse en escuela de esperanza».
El Papa pide a los enfermos en este mensaje «que recéis y ofrezcáis vuestros sufrimientos por los sacerdotes, para que puedan mantenerse fieles a su vocación y su ministerio sea rico en frutos espirituales, a beneficio de toda la Iglesia».
El texto también dedica un espacio a las personas que atienden a los enfermos y los que sufren, a las que el Papa expresa su agradecimiento y anima a continuar desempeñando esta «importante tarea» y a mostrar «un celo apostólico más generoso».
Concretamente a los sacerdotes, a los que se dirige como «ministros de los enfermos, signo e instrumento de la compasión de Cristo», el Santo Padre les invita «a no escatimar al ofrecer vuestro cuidado y consuelo».
«El tiempo transcurrido al lado de quien se encuentra en la prueba se revela fecundo de gracia en todas las demás dimensiones de la pastoral», asegura.
Benedicto XVI también destaca la necesidad de expresar la «acción humanitaria y espiritual de la comunidad eclesial hacia los enfermos y los que sufren» «en múltiples formas y estructuras sanitarias también de carácter institucional».
En este sentido, recuerda las que están directamente gestionadas por las diócesis y las que han nacido de la generosidad de varios Institutos religiosos.
Y las califica como «un precioso «patrimonio» que responde al hecho de que «el amor necesita también una organización, como presupuesto para un servicio comunitario ordenado».
«La creación del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, veinticinco años atrás, forma parte de esa solicitud eclesial por el mundo de la salud», añade.
Por otra parte, el Papa destaca que «en el actual momento histórico-cultural, se advierte todavía más la exigencia de una presencia eclesial atenta y sobre el terreno al lado de los enfermos».
Y también la de «una presencia en la sociedad capaz de transmitir de manera eficaz los valores evangélicos para la tutela de la vida humana en todas sus fases, desde su concepción hasta su fin natural».
Hablando sobre el sentido del sufrimiento Benedicto XVI cita varios documentos, entre ellos su encíclica «Spe salvi».
En ella, el Papa indica que «lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito».
Apuntando a Cristo, Benedicto XVI destaca que «en el misterio de su pasión, muerte y resurrección, el sufrimiento humano alcanza el sentido y la plenitud de la luz».
El mensaje puede leerse en la página web de ZENIT.
Por Patricia Navas