MÉXICO, viernes 11 de diciembre de 2009 (ZENIT.org / El Observador).- México y América toda se aprestan a celebrar, mañana sábado 12 de diciembre, a la Virgen de Guadalupe. Varios millones de personas irán a la Basílica de Guadalupe, enclavada en la falda del cerro del Tepeyac, lugar de la aparición marianas al indígena Juan Diego Cuauhtlatotoatzin, hoy San Juan Diego.
Para conocer la última hora de la teología del acontecimiento guadalupano, sobre todo en su relación con la identidad de México y de los pueblos de América, ZENIT-El Observador entrevistó a monseñor Eduardo Chávez Sánchez, quien fuera postulador de la causa de Canonización de San Juan Diego y actualmente funge como coordinador del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos, en la Ciudad de México y como canónigo de la Basílica de Guadalupe
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–¿En qué sentido se puede decir que la Virgen de Guadalupe es constructora de la identidad nacional?
Monseñor Eduardo Chávez: Para mí se forja México el 12 de diciembre de 1531, porque ella toma todo lo que es la identidad indígena y española, desde aquí manda un mensaje para el mundo entero, ella habla en Náhuatl, ella se plasma en una tilma Náhuatl, su mensajero es un indígena de mentalidad tolteca: San Juan Diego, ella toma mucho de esta mentalidad para dar el mensaje de Jesús como Dios vivo, verdadero. Lanza su voz al mundo entero a través de los indígenas, sin descuidar a los españoles porque ella es una Inmaculada Concepción que entendían perfectamente los hispanos, ella es una mujer de adviento también perfectamente comprendido por ellos; sabemos que los ibéricos celebraban la octava de la Inmaculada Concepción en el momento de su aparición.
Así que ella hace una identidad nueva conjuntando las cosmovisiones española e indígena, el fruto lo lanza al mundo entero, por eso Juan Pablo II le llama el modelo perfectamente inculturado de esa evangelización.
–¿Por qué se dice que la Virgen de Guadalupe es madre de la civilización del amor?
Monseñor Eduardo Chávez: Ella da a luz la Civilización del Amor porque cuando le dice a Juan Diego “Quiero una casita sagrada” está hablando de un templo, pero también habla de familia, es decir habla de Iglesia. Dice la Virgen de Guadalupe muy claramente: yo quiero ofrecer todo mi amor y ese amor es Jesucristo. En otras palabras ella quiere la construcción no sólo de un templo material, sino la nueva civilización donde el centro es Jesucristo, o sea, el amor. Por todo esto ella es la forjadora de la Civilización del Amor.
–¿Es correcto denominarla Virgen Indígena?
Monseñor Eduardo Chávez: Si se toman algunos elementos que ella tiene sí. Pero lo más correcto es lo que dice Juan Pablo II: es la Virgen mestiza. Esto ya lo había dicho Juan XXIII: su rostro es mestizo, ella es la integración de todas las razas, ella es madre de todos los seres humanos, de todos los pueblos, por eso le dice a Juan Diego “Soy tu madre y de todas las mas variadas estirpes”, por tanto es madre de todos los seres humanos.
–¿Cuál puede ser el impacto de los valores marianos dentro de la mentalidad norteamericana?
Monseñor Eduardo Chávez: Lo católico en Estados Unidos se vive con mucha intensidad, pues allí se es una religión no mayoritaria, esto hace que los católicos sean más fieles y observantes, se es católico porque realmente se vive, no por mera tradición. Por otro lado la Iglesia Católica viene con la bandera de Santa María, muy especialmente bajo su advocación de Guadalupe. Así que una Iglesia donde se venera a la Virgen María, es una lugar donde se adora al único Dios vivo y verdadero, por eso tiene mucha fuerza en Estados Unidos. Como consecuencia hay un impacto real de los valores marianos en la sociedad norteamericana.
–¿Es la Virgen de Guadalupe un símbolo de unidad entre las culturas?
Monseñor Eduardo Chávez: Así es, es un signo de unidad de todas las culturas ¿y esa unidad cuál es? El amor; un chino, un europeo, un africano, todos necesitamos el amor, queremos vivir en el amor. Por eso Juan Pablo II lo vio tan claramente que le llama: Madre de América, Patrona de América; ya no usa “las Américas”, no más plural porque se da cuenta que en el amor no hay fronteras. Todos somos hijos de Dios y tenemos la misma dignidad.
–¿Qué significa el XIII caña para la mentalidad azteca y cómo se relaciona con la Virgen de Guadalupe?
Monseñor Eduardo Chávez: Es una fecha que para ellos significaba iniciar una nueva era, en el códice de la fundación de México lo primero que ponen es la caseta XIII caña que significa “Una nueva civilización comienza” también en el calendario azteca, la caseta central a lo alto es el XIII caña, un nuevo ciclo. Como lo dice (Miguel) León-Portilla simboliza rumbo a la casa de la sabiduría, a la casa de la luz; es nuevo día y sabiduría divina. 1531 en el calendario europeo coincide con XIII caña en el calendario indígena, para ellos el hecho de que haya tenido este encuentro la Virgen de Guadalupe con los seres humanos significa que se está iniciando una nueva era llena de la sabiduría divina.
–¿Qué valores trasmite la Virgen de Guadalupe a la sociedad actual?
Monseñor Eduardo Chávez: Antes que nada humildad, ella elige a Juan Diego y su característica más importante es la humildad, la sencillez. También ella es humilde, dice “Hágase en mí según tu palabra, soy tu sierva”, del mismo modo que Santa Isabel cuando recibe la visita de la Virgen “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Así como Juan Bautista que dice “Yo no soy el que debe de brillar, es él quien debe de brillar, yo no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias”; todo esto es humildad. El pecado llega al corazón humano por la soberbia.
–¿Cómo influyó la mentalidad tolteca de Juan Diego en la recepción del mensaje Guadalupano?
Monseñor Eduardo Chávez: La cultura tolteca era como tierra fértil para la recepción del mensaje, habían llegado a creer en un solo dios: Tloquenahuaque, le llamaban incluso el dios desconocido. Llegar a la idea de un solo Dios con la pura fuerza de la razón es frustrante porque está el mal en el mundo y no se puede explicar esta realidad; Netzahualcóyotl le gritaba “Quiero cantar tus flores Tloquenahuaque pero estás muy lejos y no te importa el ser humano”. Por eso cuando Guadalupe se encuentra con Juan Diego y le dice “Yo soy la madre del Tloquenahuaque” ;(no es un ídolo debe quedar bien claro) es una característica del Dios vivo; Juan Diego capta perfectamente que se trata del único Dios, que no está alejado, que se no burla de él. Sin embargo desde que la vio siempre supo que era la madre de Jesús porque le dijo voy a Tlatelolco a recibir el catecismo departe de tus sacerdotes. No la confunde con ningún ídolo capta perfectamente que es María la Madre de Jesús.
–¿Qué papel debería tener dentro de los festejos del Bicentenario de la Independencia de muchos países latinoamericanos, entre ellos México, la Virgen de Guadalupe?
Monseñor Eduardo Chávez: Muy importante porque es forjadora de toda una nación, pero yo veo más trascendencia, desde esta patria, tenemos una responsabilidad con el mundo entero, nosotros debemos ser esos instrumentos de Dios, por medio de la Virgen de Guadalupe para ser una civilización del amor en el mundo entero.
Por Omar Árcega