Jesús, María y José conocieron la casa descubierta en Nazaret

Entrevista al director de la Asociación María de Nazaret

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NAZARET, viernes 8 de enero de 2010 (ZENIT.org) – Una casa del tiempo de Jesús ha sido descubierta en Nazaret (cf. ZENIT 20 de diciembre) en un lugar donde la Asociación María de Nazaret está actualmente construyendo un centro internacional multimedia consagrado a María.

Para comprender mejor el contexto de este descubrimiento y sus consecuencias, ZENIT ha entrevistado al director ejecutivo de la Asociación, Olivier Bonnassies.

– El anuncio, realizado por los arqueólogos israelíes de la Israël Antiquities Authority, del descubrimiento de una casa del tiempo de Jesús en Nazaret ha dado la vuelta al mundo. ¿En qué contexto se ha producido?

Olivier Bonnassies: La Asociación María de Nazaret que creamos en Francia en mayo de 2001 está construyendo en estos momentos el Centro internacional María de Nazaret, que propondrá pronto a los peregrinos, a los turistas y a los habitantes de Tierra Santa descubrir el misterio de la Madre de Dios y el conjunto de la fe cristiana a partir de recursos multimedia modernos.

Para ello, adquirimos tres edificios frente a la Basílica de la Anunciación, en el corazón de Nazaret, y alquilamos otros dos edificios, de la antigua escuela San José, a las Hermanas de San José de la Aparición.

El patio de esta antigua escuela fue excavado unos tres metros para esos trabajos que se están realizando, y los obreros se encontraron con las antiguas paredes.

Entonces se interrumpieron los trabajos e intervinieron los arqueólogos israelíes.

– ¿Cómo se han desarrollado las excavaciones?

Olivier Bonnassies: Se han realizado a nuestro cargo, bajo la dirección de M. Dror Barshod, director del Distrito Norte de la Israël Antiquities Authority.

La responsable de las excavaciones, Yardenna Alexandre, y su equipo, comenzaron por excavar un primer cuadrado de unos diez metros de lado en septiembre de 2009.

Como los resultados se revelaron muy interesantes, se despejó un segundo cuadrado, entre noviembre y diciembre de 2009.

Yardenna es una gran especialista que ha trabajado en la mayor parte de las últimas obras de Galilea y sus conclusiones han sido validadas por el P. Eugenio Alliata, que es el mejor especialista franciscano, así como por el P. Frédéric Manns, del Studium Biblicum Franciscanum, que también supervisa las cosas muy de cerca.

En este momento, después de pedir su opinión, nos proponemos obviamente continuar las investigaciones sobre las demás partes del patio de entrada, para sacar otra de las paredes de la casa, pero vamos a esperar a la estación seca, para hacer las cosas en las mejores condiciones.

Así será más fácil encontrar monedas u otras cerámicas.

¿Qué se ha descubierto en ese lugar?

Olivier Bonnassies: Lo más interesante es haber encontrado un gran número de vasijas y de cerámicas que datan todas del periodo helenístico (entre el año 300 y el año 67 antes de Cristo) y del periodo romano tardío (del año 67 antes de Cristo al primer siglo después de Cristo), así como los restos de las paredes de una casa compuesta por varias habitaciones y un patio, que data también del periodo helenístico y del periodo romano tardío.

También son muy interesantes los utensilios de cocina de piedra encontrados, característicos de las familias judías piadosas, debido a las reglas de los rituales de purificación (cf. Tratado Mishna Kelim).

Ya había numerosos elementos en Nazaret para probar la existencia de este pequeño pueblo judío en los tiempos de Cristo, pero hasta ahora nunca se habían descubierto los restos de una casa. ¡Y ésta está situada a apenas 100 metros del lugar de la Anunciación!

– ¡Estos descubrimientos se sitúan realmente en un lugar especialmente bien situado!

Olivier Bonnassies: Esto es algo que no advertimos inmediatamente, pero el futuro Centro internacional María de Nazaret estará situado en el centro de un pequeño cuadrilátero de apenas 300 metros de lado que define, según la Tradición, el corazón del entorno de vida histórico de la vida de Jesús y de la Sagrada Familia durante treinta años en Nazaret: entre la casa de María, el taller de José, la Sinagoga, y la Tumba del Justo, a menudo también atribuida a José.

– ¿Podría describir brevemente los lugares y los descubrimientos arqueológicos que se han realizado?

Olivier Bonnassies: El lugar más importante de Nazaret es obviamente la cueva de la Anunciación, excavada en la roca, que es, según la gran Tradición de la Iglesia, el lugar del anuncio del Ángel Gabriel a la Virgen María.

Sobre ese lugar santo se construyó la Basílica de la Anunciación, en el corazón de Nazaret y de su misterio.

“El Ángel se acercó a ella”, dice el Evangelio. La casa de María se apoyaba con tres paredes sobre esta roca, como muchas viviendas de Galilea, y como la casa que acaba de ser descubierta: las partes excavadas en la roca, “construidas sobre roca”, dice el Evangelio, son sólidas, frescas en verano y templadas en invierno.

Pero las salidas de las paredes que se han visto excavadas en la roca han sido vaciadas.

Se han encontrado también una docena de cisternas excavadas en la roca dentro de este perímetro, que muestran la preocupación cotidiana por economizar y utilizar bien el agua.

El nivel del siglo I es visible desde el exterior de la Basílica. El P. Bagatti, que dirigió las excavaciones para los franciscanos en los años 60, ha publicado dos obras sobre los descubrimientos de Nazaret.

Allí se han encontrado unas pocas cerámicas del siglo I y muchas otras del siglo III. El número de Monde de la Bible dedicado a Nazaret resume bien todo esto.

– ¿Y cuáles son los otros elementos arqueológicos encontrados a cien metros de allí, bajo la iglesia de San José?

Olivier Bonnassies: Bajo la iglesia de San José se han encontrado unos baños rituales difíciles de datar pero ciertamente muy antiguos.

Una tradición oral atribuye este lugar a San José porque ahí estaría el taller de José.

Esto puede parecer superficial, pero debería tenerse cuidado para no despreciar las tradiciones orales locales.

Monseñor Marcuzzo, obispo latino en Nazaret, que acompaña el proyecto “María de Nazaret” nos recuerda a menudo que estas tradiciones son muy serias y que nunca han sido tomadas como un error por la arqueología.

Al contrario, los descubrimientos arqueológicos siempre las han reforzado.

– ¿Hay ejemplos?

Olivier Bonnassies: Hay uno muy bueno, en el mismo Nazaret: cuando las Hermanas de Nazaret se instalaron aquí en el siglo XIX, adquirieron un terreno conocido localmente como la “Tumba del Justo”, pero ningún elemento podía hacer pensar en la verdad de esta tradición.

¡Las Hermanas incluso creyeron que se les había dicho eso simplemente para hacerles pagar el terreno más caro!

Pero unas décadas más tarde, una hermana que trabajaba la tierra, la vio ceder bajo ella y cayó una planta, descubriendo una cavidad, que resultó ser de la época de cruce.

Los investigadores, avisados, empezaron a buscar y a excavar porque los elementos de cruce son los más a menudo construidos sobre las ruinas bizantinas, que a su vez son elevadas sobre elementos importantes del siglo I.

Los descubrimientos locales que se pueden visitar actualmente (¡solicitándolo a las Hermanas de Nazaret!) son verdaderamente impresionantes y se han identificado cuatro niveles, con las casas, las cisternas, los mikvés (baños rituales) y una vía romana en desuso, bajo la cual se encuentra una magnífica tumba principesca del siglo I, excavada en la roca y cerrada con una piedra que rodaba.

Estaba ciert
amente ahí la “Tumba del Justo” y esta tumba podría perfectamente ser la tumba de José, el Justo (Mt 1,19), digna de un príncipe de la casa real de David. También se han encontrado unas cerámicas del siglo I.

– ¿Cómo puede estar seguro de ello?

Olivier Bonnassies: No hay pruebas formales, pero el principio del proyecto “María de Nazaret” comenzó con una oración a San José en la Tumba del Justo, ¡y ha sido inmediatamente escuchada! Esta Tumba es el tercer lado del cuadrilátero.

– ¿Y cuál es el cuarto?

Olivier Bonnassies: La Sinagoga de Jesús, al lado de la cual se encuentra la Iglesia Melkita.

El edificio que vemos hoy data de finales del siglo XVIII, y no hay ningunas excavaciones en este lugar, pero hay una tradición.

Es aquí donde a menudo Jesús rezaba en la Sinagoga, y representaba también un lugar muy importante para él, como su casa, su lugar de trabajo y la Tumba de su padre putativo.

El Centro mariano que estamos construyendo tendrá la gracia de estar situado en el centro de estos cuatro lugares de veneración de la memoria de Cristo y de su Madre, en el corazón del misterio de Nazaret.

Hay que recordar la homilía insignia de Pablo VI, en 1964, que ha permanecido aquí en todas las memorias: “Nazaret es la escuela de iniciación para comprender la vida de Jesús. La escuela del Evangelio. Aquí se aprende observar, a escuchar, a meditar (···).¡Oh, y cómo querríamos ser otra vez niños y volver a esta humilde, sublime escuela de Nazaret! ¡Cómo querríamos repetir, junto a María, nuestra introducción en la verdadera ciencia de la vida y en la sabiduría superior de la divina verdad!

Pero nuestros pasos son fugitivos; y no podemos hacer más que dejar aquí el deseo, nunca terminado, de seguir esta educación en la inteligencia del Evangelio. Pero no nos iremos sin recoger rápidamente, casi furtivamente, algunos fragmentos de la lección de Nazaret. Lecciones de silencio, de vida familiar, de oración, de trabajo” (5 de enero de 1964).

¿Jesús conoció entonces la casa que sido descubierta?

Olivier Bonnassies: Jesús pasó aquí a mayor parte de los treinta primeros años de su vida, como demuestra el Evangelio.

No se puede imaginar ni por un momento que no conociera perfectamente esa casa situada tan cerca de sus lugares de vida. Jesús, María y José conocieron esa casa.

– ¿Qué otros descubrimientos se han realizado con estas excavaciones?

Olivier Bonnassies: Cuando empezamos los trabajos del Centro mariano, se nos había señalado una cisterna excavada en la roca a 50 metros del patio de la escuela.

Encontramos otras dos, incluida una muy grande, de siete metros de altura y cuatro metros de ancho.

Los arqueólogos israelíes encontraron otra, que todavía no se ha sacado totalmente a la luz, y junto a la cual se encuentra un hueco excavado en la roca, sin duda para poner las jarras llenas de agua.

También hay un escondite, excavado en la roca, que se ha encontrado disimulado bajo una piedra tallada, y totalmente vacío. Se pueden meter cinco o seis personas.

Finalmente, además de los restos del periodo helenístico y romano, hay un grueso muro mameluco del siglo XV, de menor interés arqueológico, que podría eliminarse.

– ¿Hay otros lugares destacados en Nazaret, en lo que se refiere a la arqueología?

Olivier Bonnassies: Además de los cinco lugares de los que hemos hablado, que están todos en el perímetro próximo al Lugar santo de la Anunciación, hay otro lugar muy antiguo: la Fuente de Nazaret, situada a 500 metros al norte de la casa de María.

Se cree que el antiguo pueblo se instaló entre estos dos lugares: de la Fuente a la Tumba del Justo, ya que las tumbas estaban en el exterior de los pueblos, por razones de pureza ritual.

La Fuente data sin duda también del tiempo de Cristo: las excavaciones realizadas en el año 2000 en este lugar permitieron hallar un “cardo”, una vía romana, que pasa cerca.

Una iglesia ortodoxa muy bella se eleva sobre este lugar donde una tradición evoca el primer encuentro de la Virgen con el Ángel Gabriel, antes de la Anunciación.

– ¿Y hay alguna cosa más?

Olivier Bonnassies: Sí, hay muchas cosas en Nazaret. Hay que señalar también el descubrimiento a partir de 2003 de termas de un tamaño impresionante, a cuatro metros y medio bajo tierra, a cincuenta metros de la Fuente.

Las cerámicas y monedas encontradas son árabes y musulmanas, como el balneario de Jericó de la época omeya, que imita las termas romanas de Bet Shéan, con los hipocaustos diferentes.

Se las puede datar de los siglos VII o VIII pero el tamaño de las estufas de madera confirma que estaba allí desde los orígenes y justo en esta época de bosques muy grandes alrededor de Nazaret, para permitir el calentamiento constante de tan grandes cantidades de agua.

Esos bosques han desaparecido en la época moderna, a causa de un impuesto sobre los árboles que impuso un sultán y de talas sistemáticas para alimentar el ferrocarril.

Todo ello ha cambiado en unas décadas el clima y el entorno, que se ha convertido en desértico y rocoso, pero hay que representar la antigua Nazaret de otra manera.

Como un país que verdaderamente “mana leche y miel”, como dice la Biblia.  Era el granero de Israel con una tierra muy fértil.

El historiador judío Flavio Josefo, da testimonio de ello en su relato de las Guerras de los judíos: “Galilea es, en toda su extensión, grande, rica en praderas, llena de todo género de árboles, en tanta manera, que mueve con su fertilidad a la labranza a los que de ello no tienen ni voluntad ni costumbre. Por esta causa no hay lugar en toda ella que no sea labrado, ninguna parcela está ociosa. Hay también muchas ciudades; y por la fertilidad y hartura grande de esta tierra, están todos los lugares muy poblados, en tanto que el menor lugar de todos pasa de quince mil vecinos” (Guerras de los judíos 3, 42-43).

– ¡Ésta no es la idea que uno se hace de la Nazaret y la Tierra Santa de hoy!

Olivier Bonnassies: ¡Nos hacemos muchas falsas ideas! Por ejemplo, en el Evangelio, Nazaret siempre es llamada ciudad, del griego “Polis”, y no pueblo, del griego “Komé”, lo cual supone ya un cierto tamaño, con entre 50 y 100 casas, según las estimaciones.

Otro ejemplo, referente a la topografía: si las colinas no tenían sin duda muchos cambios en su forma general, el camino que bordea la Basílica de la Anunciación fue hasta el siglo XVIII una arroyada por la que corría un pequeño riachuelo.

Otra idea que hay que corregir: todos los restos del siglo I encontrados tanto aquí como en Jerusalén muestran la calidad de las construcciones, las piedras talladas, los objetos, que son la marca de una civilización muy cumplida, lejos de las caricaturas que se hacen a veces en las imágenes o en las películas, que muestran al pueblo de Jesús y de María viviendo como los primitivos en cuchitriles apenas construidos o en la suciedad.

– ¿Cuál es el corazón del misterio de Nazaret?

Olivier Bonnassies: ¡Hay que venir a descubrirlo al lugar, preguntárselo a los habitantes o a la Hermana de la acogida del convento de las Clarisas de Nazaret, que habla de una manera maravillosa!

Se puede decir, con ella, que Dios ha escogido un lugar totalmente sencillo.

Cuando era una niña, desposada con José, la Virgen María vivía feliz, en Nazaret, en esta pequeña ciudad de campo, lejos del mundo, y sin otro deseo que una vida muy sencilla, bajo la mirada de Dios, a la escucha de su Palabra.

Ella habría sido muy feliz viviendo toda su vida así, muy sencillamente, en Nazaret, en la oración, la espera del Mesías y la meditación de las promesas hechas a su pueblo.

Pero Dios la escogió, entre todas las mujeres, para su proyecto eterno. Es en este humilde lugar de Nazaret donde ha qu
erido que se realice la expectativa de todos los siglos.

Es aquí donde el Eterno ha querido entrar en el tiempo y cambiar el curso de la historia de los hombres.

Y es con el Sí de María a su Sí con el que Él ha querido dejar en suspenso toda la salvación del mundo.

– ¿Nazaret queda entonces para ser visitado?

Olivier Bonnassies: Sí, es la ciudad de la Encarnación, la que tiene más cristianos de Tierra Santa.

Durante el último viaje del Santo Padre Benedicto XVI a Tierra Santa, fue en Nazaret donde hubo el mayor entusiasmo popular y la alegría más entusiasta, porque Nazaret es la ciudad de Tierra Santa donde los cristianos son más numerosos, los de más presencia y los más vivos.

Juan Pablo II, durante su viaje en el año 200, hizo también de su visita a Nazaret, el 25 de marzo, la cumbre de su peregrinación, ya que el gran Jubileo celebraba el 2000 aniversario de la Encarnación, aquí, en Nazaret, en el seno de la Virgen María.

Como Carlos de Foucauld, todos necesitamos volver a Nazaret y morar allí, para crecer con Jesús, entre María y José, en la simplicidad, la humildad y la alabanza.

– ¿Y para cuándo el proyecto de María de Nazaret?

Olivier Bonnassies: El Centro internacional María de Nazaret debería abrir sus puertas a finales de 2010.

Pero la capilla que está situada en la parte superior, en las terrazas, con unas espectaculares vistas a la Basílica, será consagrada el 25 de marzo de 2010, por el Patriarca Latino de Jerusalén, monseñor Fouad Twal acompañado de varios obispos de Tierra Santa.

¡Es un modo de continuar confiando todo a la Providencia de Dios porque se necesitarán todavía muchos esfuerzos y mucho trabajo para terminarlo todo!

[Traducido del francés por Patricia Navas]

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ZENIT Staff

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