CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 13 enero 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI alentó este miércoles a los jóvenes a buscar a Cristo al final de la primera audiencia general de 2010.
Al saludar a los miles de chicos y chicas presentes, así como a los enfermos y recién casados, presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice les puso el ejemplo de san Hilario, obispo de Poitiers, quien vivió en Francia en el siglo IV, y fue desterrado durante cuatro años a Frigia por defender la divinidad de Cristo.
«Que su ejemplo os apoye, queridos jóvenes, en la constante y valiente búsqueda de Cristo», dijo el pontífice.
Entre los presentes se encontraban 3.500 estudiantes de la diócesis de Caserta, en el sur de Italia.
«Gracias por vuestra presencia y gracias por vuestro compromiso en la fe, veo y siento la fuerza de vuestra fe», reconoció el Papa.
Luego, se dirigió a los enfermos, algunos en sillas de ruedas, para invitarles «a ofrecer vuestros sufrimientos para que el Reino de Dios se difunda en todo el mundo».
Por último, saludó a los recién casados, algunos presentes con vestidos de bodas, para pedirles que sean «testigos del amor de Cristo en la vida familiar».