El cardenal Antonelli invita a “construir una sociedad amiga de la familia”

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Fiesta de los beatos Louis y Zélie Martin en Alençon

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ALENÇON, viernes 16 de julio de 2010 (ZENIT.org).- El cardenal Antonelli invita a “construir una sociedad amiga de la familia” y sugiere para ello los objetivos defendidos por las asociaciones familiares católicas.

Con motivo de la fiesta de los beatos Louis y Zélie Martin, padres de santa Teresa de Lisieux, el 10 de julio, el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, dió una conferencia en Alençon, y presidió la misa pontifical en la basílica.

En su conferencia sobre la familia como “recurso de la sociedad”, el cardenal señala tres objetivos para la Iglesia hoy. Anima a “testimoniar, con la ayuda de la gracia de Dios, la belleza de la familia fundada en el matrimonio, es decir sobre la voluntad de darse y comprometerse sin reserva”. Invita a “construir una sociedad amiga de la familia”. Y desea que se crea “en la familia como factor irreemplazable de humanización, como recurso fundamental para la sociedad, según la enseñanza de Juan Pablo II en la Familiaris Consortio” (FC, 43).

Por ello, subraya el cardenal Antonelli, “las asociaciones familiares de inspiración cristiana piden que la familia no sea vista como la suma de individuos y de necesidades individuales, sino como un recurso necesario y valioso para la sociedad que debe sostenerla y valorizarla; se emplean en la reevaluación cultural de la maternidad y de la paternidad como funciones importantes para la maduración humana y el florecimiento de los hombres y mujeres, para el bien de los niños y de la sociedad; y reivindican medidas para animar a las parejas a la estabilidad, a la responsabilidad educativa, para apoyar la natalidad”.

Señaló los objetivos de su dicasterio tras “México 2009” y antes de “Milán 2012”. En primer lugar, en su “actividad normal”: “Relaciones con los obispos y las conferencias episcopales; con las asociaciones familiares, las asociaciones pro vida; relaciones con los organismos de la Santa Sede y con numerosas entidades civiles y eclesiásticas; organización de congresos y seminarios; participación en los congresos organizados por otras instituciones”.

Pero la conferencia de México subrayó la oportunidad de “iniciar dos proyectos: uno de orden más directamente eclesial, ‘la familia cristiana actora de evangelización’; el otro de orden civil, ‘la familia, un recurso para la sociedad’”.

A propósito del proyecto, “la familia cristiana, actora de evangelización”, el cardenal Antonelli subraya que se trata de un “servicio hecho a la comunión eclesial y a la pastoral familiar”.

Explica que “numerosos países son el marco de experiencias pastorales muy bellas y muy fructíferas poniendo en valor a las familias como actoras responsables de la evangelización en lo cotidiano, en las relaciones con su medio, en la vida social y las actividades de la Iglesia”.

Y este proyecto se propone “recoger y hacer circular, en el tiempo, tras un discernimiento apropiado, las experiencias más significativas y las más adecuadas para inspirar y estimular a los otros”.

Recuerda la celebración en Roma de un “seminario internacional”, en septiembre último, y anuncia un “congreso más desarrollado” en noviembre próximo, también en Roma, con clausura el 29 en la basílica de San Pedro, una vigilia de oración presidida por Benedicto XVI. Esta será la ocasión de dar a conocer estas experiencias, para favorecer “la comunión y la comunicación entre las Iglesias”. Estas experiencias tocan “la preparación al matrimonio y el acompañamiento de las familias”, dos temas que serán objeto de un “Vademecum” del consejo pontificio.

En cuanto al proyecto, “la familia, un recurso para la sociedad”, comporta varias partes. En primer lugar, “el estudio atento de numerosos datos estadísticos ya disponibles con vistas a poner por delante cómo la familia tradicional, incluso imperfecta, pero fundamentalmente sana, beneficia ampliamente a la sociedad, mientras que las llamadas nuevas formas de familia le son perjudiciales”.

Luego, “una nueva investigación sociológica con vistas a verificar si, en la opinión y en  las aspiraciones de las personas, la familia tradicional se considera todavía como el recurso principal para la sociedad, y en consecuencia merece el apoyo necesario para superar los obstáculos y cumplir su misión. Este estudio y esta investigación son propuestos a las conferencias episcopales de algunos países elegidos a título de muestra con el fin de poder presentar sus resultados en el séptimo encuentro mundial de familias en Milán, en 2012”.

El objetivo señalado por el cardenal Antonelli es “sensibilizar a la opinión pública de los países implicados gracias a la elocuencia de los hechos y animar igualmente en otros países a los laicos y asociaciones a proseguir según el mismo método su acción en favor de la familia”.

El cardenal Antonelli aludió luego al “testimonio de la familia Martin”, presentando también el contexto de la “crisis de la familia en la sociedad hoy”, para manifestar que la familia representa “la institución de la gratuidad” y necesita un apoyo “cultural y político”.

“Las familias fundadas en el matrimonio ofrecen a la sociedad bienes esenciales por la generación de nuevos ciudadanos y el aumento de las virtudes sociales. Así, tienen derecho a un justo reconocimiento cultural, jurídico y económico”, concluye el cardenal Antonelli.

Por Anita S. Bourdin, traducido del francés por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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