CIUDAD DEL VATICANO, martes 26 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que la condena a la horca de Tarek Aziz, viceprimer ministro adjunto de Irak (1979-2003), y asesor cercano del antiguo presidente Saddam Hussein durante décadas, no ayudará a la reconciliación de ese país.
Así lo ha explicado el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en una nota de prensa con la que el Vaticano reacciona a la sentencia de la alta corte de Irak por su participación en las persecuciones contra los partidos chíes iraquíes en los años ochenta.
«La posición de la Iglesia católica sobre la pena de muerte es conocida. Se espera, por tanto, que la sentencia contra Tarek Aziz no se aplique, precisamente para favorecer la reconciliación y la reconstrucción de la paz y de la justicia en Irak, después de los grandes sufrimientos pasados», afirma el comunicado.
El padre Lombardi añade que «por lo que se refiere a una posible intervención humanitaria, la Santa Sede acostumbra a no intervenir de manera pública, sino por los medios diplomáticos a su disposición».
Mikhail Yuhanna, más conocido como Tarek Aziz, de 74 años, bautizado en el seno la Iglesia caldea, la confesión cristiana más numerosa del país, de rito oriental y en comunión con Roma, era el encargado de representar al Estado iraquí en cumbres diplomáticas.