GUADALAJARA, jueves 4 de noviembre de 2010 (ZENIT.org-El Observador).- El próximo sábado 6 de noviembre se llevará a cabo la Segunda Peregrinación Nacional Juvenil al Santuario de los Mártires, situado en esta ciudad del occidente mexicano. La organización de este encuentro nacional de jóvenes en el Santuario de los Mártires que se está construyendo en Guadalajara, corre a cargo de la «Generación Cristo Rey», surgida al amparo de las peregrinaciones anuales que realizan en el mes de enero miles de jóvenes católicos al Cristo Rey que corona el Cerro del Cubilete, en el corazón geográfico del país.
Prácticamente todas las diócesis del centro y occidente de México enviarán contingentes de jóvenes a este Santuario que surgió por iniciativa y bajo el impulso del arzobispo de Guadalajara, cardenal Juan Sandoval Íñigüez. De acuerdo con los organizadores de la Peregrinación, la idea es que los jóvenes se encuentren con Cristo Rey, presente realmente en la Eucaristía; dar a conocer la vida de los santos mártires mexicanos; presentarlos como un modelo de vida para los jóvenes; dar cauces de expresión a la juventud a favor de la vida y la familia y que los jóvenes conozcan este Santuario y lo tomen como propio.
La orden del día 6 de noviembre incluye animación y adoración, peregrinación al Santuario de los Mártires, reflexión sobre los testimonios de martirio que se dieron en México durante la persecución religiosa del siglo XX, la celebración de la Misa –que será presidida por el propio cardenal Juan Sandoval Íñigüez y por el nuncio apostólico de México, el arzobispo Christophe Pierre, y finalmente, un compromiso de los jóvenes para con Cristo Rey y la paz en México.
El Santuario de los Mártires de Cristo en la arquidiócesis de Guadalajara –concebido como una obra de fe y caridad– congrega a 25 testimonios de santidad y martirio (entre ellos tres laicos) durante la etapa de persecución en México (1926-1929) entronizados en los altares por Juan Pablo II el 21 de mayo del año 2000. Se trata del primer santuario dedicado a la veneración de San Cristóbal Magallanes y compañeros que dieron su vida durante los tiempos aciagos de la persecución desatada durante el mandato del presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928).