El Papa, impresionado por la obra de Gaudí: “remite al Cielo”

Pide “todos los esfuerzos” en apoyo de la familia

Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 10 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI declaró ante los fieles que hoy estuvieron presentes en la Audiencia General, que tuvo lugar en el Aula Pablo VI, su admiración por la Sagrada Familia de Gaudí, y la “alegría verdaderamente grande” de haber podido presidir su dedicación.

El Papa, como es su costumbre después de un viaje pastoral, quiso hacer, con los fieles presentes en la Audiencia, balance de los frutos de su peregrinación a España. La primera parte la dedicó a su estancia en Santiago de Compostela.

La segunda parte de su intervención la dedicó a la visita a Barcelona, y especialmente a la impresión que produjo en él celebrar la Misa en la famosa Sagrada Familia de Antoni Gaudí.

“Al contemplar la grandiosidad y la belleza de ese edificio, que invita a elevar la mirada y el alma hacia lo Alto, hacia Dios, recordaba las grandes construcciones religiosas, como las catedrales del Medioevo, que marcaron profundamente la historia y la fisionomía de las principales ciudades de Europa”, afirmó.

Esa obra, que calificó de “espléndida”, “riquísima en simbología religiosa, preciosa en el entretejido de las formas, fascinante en el juego de luces y colores”, es “casi una inmensa escultura en piedra, fruto de la profunda fe, de la sensibilidad espiritual y del talento artístico de Antoni Gaudí”.

La Sagrada Familia “remite al verdadero santuario, el lugar del culto real, el Cielo, donde Cristo entró para aparecer ante Dios en nuestro favor”, declaró.

Gaudí supo también “representar admirablemente el misterio de la Iglesia, a la que los fieles son incorporados con el Bautismo como piedras vivas para la construcción de un edificio espiritual”.

Este templo es, en fin, “una gran catequesis sobre Jesucristo, un cántico de alabanza al Creador”.

“En ese edificio tan imponente, él puso su propia genialidad al servicio de lo bello. De hecho, la extraordinaria capacidad expresiva y simbólica de las formas y de los motivos artísticos, como también las innovadoras técnicas arquitectónicas y esculturales, evocan la Fuente suprema de toda belleza”.

Lo más significativo es que esta obra cambió también la vida de Gaudí, afirmó el Papa. “Desde el momento en que aceptó el encargo de construcción de esa iglesia, su vida fue marcada por un cambio profundo”, mediante “una intensa práctica de oración, ayuno y pobreza, advirtiendo la necesidad de prepararse espiritualmente para lograr expresar en la realidad material el misterio insondable de Dios”.

Mientras Gaudí “trabajaba en la construcción del templo, Dios construía en él el edificio espiritual, reforzándolo en la fe y acercándolo cada vez más a la intimidad de Cristo”, afirmó el Papa.

“Inspirándose continuamente en la naturaleza, obra del Creador, y dedicándose con pasión a conocer la Sagrada Escritura y la liturgia, supo realizar en el corazón de la Ciudad un edificio digno de Dios y, por ello mismo, digno del hombre”.

Apoyar a la familia

Después se detuvo en el segundo momento importante de su viaje a Barcelona, su visita a la Obra del «Nen Déu«, “una iniciativa ultracentenaria, muy ligada a esa archidiócesis, donde se cuida, con profesionalidad y amor, a niños y jóvenes discapacitados”.

Las vidas de estos niños “son preciosas a los ojos de Dios y nos invitan constantemente a salir de nuestro egoísmo”, afirmó el Papa.

Dedicó también un reconocimiento a las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, así como a los médicos, educadores y otros profesionales y voluntarios que trabajan en esta Obra, “donde todo habla de caridad, de respeto de la persona y de su dignidad, de alegría profunda, porque el ser humano vale por lo que es, y no solo por lo que hace”.

Finalmente, el Papa afirmó que uno de sus pensamientos más importantes en este viaje fue la situación de la familia.

“Mientras estaba en Barcelona, recé intensamente por las familias, células vitales y esperanza de la sociedad y de la Iglesia. Recordé también a aquellos que sufren, en particular en estos momentos de serias dificultades económicas”.

En este sentido, invitó a los jóvenes que participaron en esta visita a descubrir “la belleza, el valor y el compromiso del Matrimonio, en el que un hombre y una mujer forman una familia, que con generosidad acoge la vida y la acompaña desde su concepción hasta su término natural”.

“Todo lo que se haga para apoyar el matrimonio y la familia, para ayudar a las personas más necesitadas, todo lo que acrecienta la grandeza del hombre y su dignidad inviolable, contribuye al perfeccionamiento de la sociedad. Ningún esfuerzo es vano en este sentido”, concluyó.

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }