CIUDAD DEL VATICANO, martes 23 de noviembre de 2010 (ZENIT.org) El nuevo libro – entrevista Luz del mundo permitirá “entrar hasta los pliegues de la vida personal del Papa”, así como “en las grandes cuestiones que marcan la teología del momento, los diferentes debates políticos que acompañan siempre las relaciones entre los diferentes paíseses” y también “los cuestionamientos que a menudo ocupan gran parte del debate público”.
Así lo dijo hoy el presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización monseñor Rino Fisichella durante la presentación del libro Luz del Mundo que se realizó esta mañana en rueda de prensa en la Santa Sede y que contó con la presencia de su autor, el periodista alemán Peter Seewald.
El presidente del recién creado dicasterio dijo que el Papa en el libro “desea clarificar un lenguaje sencillo”, pero no por ello “menos profundo”.
Manipulaciones
Monseñor Fisichella, respondió a las diversas preguntas que hicieron los periodistas sobre el párrafo en el que el Papa admite el uso preservativo en casos “fundados de carácter aislado” como el de “un prostituido” que “utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralización”, como dice textualmente el libro.
Aclaró en primer lugar, que no se puede reducir el libro a una sola frase extraída de Benedicto XVI “sería una ofensa a la inteligencia del Papa y una instrumentalización gratuita de sus palabras”.
Monseñor Fisichella aseguró que, cuando el Papa se refiere en este libro a la conocida respuesta que dio durante el viaje en África en marzo de 2009 con respecto al uso del preservativo, se refería al tema de la humanización de la sexualidad.
Una respuesta que «era necesaria insertarla dentro de la Iglesia, en la cual a menudo se pierde el objetivo”.
“El tema de la sexualidad en la enseñanza de la Iglesia está orientado al amor conyugal”, dijo el ex presidente de la Pontificia Academia para la vida, quien recordó que sobre el tema “el Catecismo es muy claro”.
Cualidades del libro
De otro lado, monseñor Fisichella destacó también la “familiaridad, confidencia, ironía, en algunos momentos el sarcasmo” que presenta el autor del libro, pero especialmente resaltó la “sencillez y verdad” de Benedicto XVI para responder a las preguntas presentadas por Seewald.
“Una empresa no fácil en el período de la comunicación que tiende a menudo a subrayar sólo algunos aspectos y deja en la sombra la globalidad”, dijo.
“La impresión que uno se lleva es la de un Papa optimista sobre la vida de la Iglesia a pesar de las dificultades que lo acompañan desde siempre”, asegura el prelado.
Señaló que el Papa aprovecha en este libro para abrir “el corazón de su vida cotidiana” y poder también” “expresar con la debida confianza – parresía – los problemas que están en el tapete de la historia de estos años”.
Aclaró que no se trata de un volumen escrito por Benedicto XVI sin embargo “aquí se condensa su pensamiento, sus preocupaciones, los sufrimientos de estos años, su programa pastoral y las expectativas para el futuro”.
Por un lado “parece que nos invitara a entrar en su apartamento, compartiendo con el lector los ritmos de su trabajo”. Por otro “evoca imágenes que bien describen el estado de ánimo de los meses pasados”.
Benedicto XVI responde en un tono sencillo, hecho que permite “plasticidad de las imágenes que a menudo recorren, permitiendo comprender plenamente el drama de algunos hechos”.
“Un volumen que debe leerse y meditarse para entender una vez más en qué manera la Iglesia puede estar en el mundo para anunciar una bella noticia que trae alegría y serenidad”, aseguró el prelado.
También se tiene en cuenta “la perspectiva a través de la cual es posible entrar en la profundidad de su pensamiento y en la interpretación de algunos de sus actos”.
Una entrevista que por muchos motivos invita a hacer “un serio examen de conciencia dentro y fuera de la Iglesia” para alcanzar “una verdadera conversión del corazón y de la mente”.
Y concluyó diciendo que son páginas que “dejan transpirar con claridad el pensamiento del Papa”. Según el prelado “algunos deberían replantearse las descripciones que han explotado en el pasado y que lo han hecho ver como un hombre oscurantista y enemigo de la modernidad”.
Por Carmen Elena Villa