Obispo filipino: “no tergiversar” lo que dice el Papa sobre el condón

“Las medias verdades llevan a discusiones equívocas”, afirma monseñor Cruz

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MANILA, viernes 26 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).- En Filipinas se está produciendo una “tergiversación oportunista” de las declaraciones sobre el preservativo realizadas por Benedicto XVI en su último libro.

Es la advertencia del arzobispo emérito de la diócesis filipina de Lingayen-Dagupan, monseñor Óscar Cruz, quien hizo un llamamiento a acabar con la desinformación que está circulando sobre las declaraciones del Papa precisamente cuando la nación está envuelta en un debate sobre un proyecto de ley sobre anticoncepción.

“Cuando argumentamos, no tomemos verdades a medias porque de esta manera perderemos”, dijo el arzobispo.

Y se refirió a la avalancha mediática producida en todo el mundo desde el sábado, cuando L’Osservatore Romano, el periódico oficioso del Vaticano, publicó algunos extractos del libro-entrevista a Benedicto XVI titulado Luz del mundo.

Al final del capítulo 10 del libro, el escritor, el periodista alemán Peter Seewald, pregunta al Pontífice dos cuestiones sobre la lucha contra el sida y el uso del preservativo.

Seewald se refiere a los comentarios sobre este tema que el Papa realizó a bordo del avión papal en su vuelo a Camerún y Angola en marzo de 2009.

A la acusación de que “es una locura prohibir a una población amenazada por el sida la utilización de preservativos”, Benedicto XVI respondió: “Podrá haber casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralizacion, un primer tramo de responsabilidad a fin de desarrollar de nuevo una consciencia de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiere. Pero ésta no es la auténtica modalidad para abordar el mal de la infección con el VIH. Tal modalidad ha de consistir realmente en la humanización de la sexualidad”.

Entonces Seewald preguntó al Pontífice: “¿Significa esto que la Iglesia católica no está por principio en contra de la utilización de preservativos?”. El Papa replicó: “Es obvio que ella no los ve como una solución real y moral. No obstante, en uno u otro caso pueden ser, en la intención de reducir el peligro de contagio, un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente, hacia una sexualidad más humana”.

El arzobispo Cruz dijo que no le ha sorprendido que los que promueven la anticoncepción en Filipinas hayan usado las declaraciones del Papa como un “proyectil”.

Afirmó que los partidarios del proyecto de salud reproductiva harían cualquier cosa para conseguir lo que quieren y que el único recurso es adherirse estrictamente a la verdad.

En respuesta a los que piden a la jerarquía que cambie la enseñanza sobre la anticoncepción, el prelado afirmó que la Iglesia no puede permanecer en silencio porque tiene el deber de defender la moral, tanto si es aceptada fácilmente como si no.

Esperando que escuchen

En medio del debate sobre el proyecto de ley de salud reproductiva que promovería la utilización de anticonceptivos, algunos líderes políticos están afirmando que las declaraciones del Papa pueden reforzar el apoyo a esta medida.

Un portavoz del presidente Benigno Aquino III pidió a los líderes de la Iglesia local que muestren una “flexibilidad correspondiente” a la supuestamente mostrada por el Papa.

Los partidarios de la medida reclaman que los comentarios del Pontífice inciten a la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas a ceder finalmente en su postura sobre la anticoncepción.

Mientras tanto, los líderes de la Iglesia local intentaron extender la verdad de lo que el Papa dijo realmente.

“Ellos [los partidarios del proyecto de ley] respetan al Papa pero nuestra preocupación es que están actuando sobre una idea equivocada”, explicó el director dela Comisión de Familia y Vida de la archidiócesis de Manila, el padre Joel Jason.

“Esperamos que escuchen las correcciones. (···). Tendemos a sacar las cosas de contexto… antes de sacar una conclusión deberían haber tomado primero todo el contexto de lo que el Santo Padre dijo realmente”.

El padre Jason aclaró las palabras del Papa, explicando que Benedicto XVI sencillamente sugería que el uso de un preservativo por parte de un prostituido podría ser un posible signo de un aumento de conciencia de que no es correcto involucrarse en una actividad sexual sin tener en cuenta las consecuencias.

Esto no cambia, dijo el sacerdote, la afirmación de Benedicto XVI de que la única solución real al sida es la humanización de la sexualidad.

Además, continuó, el Papa también destacó que el sexo no debería tratarse como una droga para buscar el placer, que se toma a voluntad sin tener en cuenta las consecuencias.

La Iglesia se mantiene firme en su postura, afirmó el padre Jason. El sida debe combatirse con eficacia.

“No hay que tomar la opción de mínimos, sino la opción de máximos; no vamos a tomar el preservativo como una solución”, dijo, recomendando en cambio fidelidad y abstinencia, con las que no hay manera de contraer el sida.

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ZENIT Staff

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