MADRID, lunes, 29 noviembre 2010 (ZENIT.org).- La fiesta litúrgica de Bernardo de Hoyos, beatificado el pasado 11 de abril en Valladolid, España, se celebró por primera vez, hoy 29 de noviembre. La Compañía de Jesús a la que pertenecía el Padre Hoyos, como era popularmente conocido, convocó varias eucaristías y novenas en su honor.

En la capilla de la iglesia San Francisco de Borja de Madrid, tuvo lugar una solemne Eucaristía presidida por el vicepostulador de la causa, el jesuita Ernesto Postigo SJ.

Las residencias e iglesias de la provincia jesuita tenían previsto celebrar –según una nota enviada por el servicio de prensa de la Compañía de Jesús en España a ZENIT-  otros actos litúrgicos en su honor.

En el Santuario de Valladolid, estaba programada una solemne novena con la celebración final de la Misa del Beato a la que fue invitado el arzobispo de la ciudad.

Con motivo de esta fiesta, se envió a todas las comunidades de la Compañía en España una imagen del beato Hoyos, acompañada de una selección de textos sobre el Corazón de Cristo de varios prepósitos generales y teólogos de la Compañía y, por supuesto, del mismo Padre Hoyos.

Bernardo Francisco de Hoyos nació el 20 de agosto de 1711, en Torrelobatón, Valladolid. A los once años, entra en el colegio jesuita de Villagarcía de Campos. Ingresa en el noviciado que tenía la Compañía de Jesús en la misma localidad a punto de cumplir los quince. Estudia Filosofía en Medina del Campo y Teología en Valladolid, donde es ordenado sacerdote.

Su vida de fe y amor con Cristo alcanza cotas poco comunes, con un perfil de vida mística semejante al de otros grandes santos, viviendo ya, con apenas diecinueve años, lo que los teólogos llaman el desposorio espiritual con Jesús, en el contexto de una vida exterior de lo más común.

En ese marco se sitúan los acontecimientos de mayo de 1733, cuando Bernardo tiene veintiún años: Jesús le introduce en el misterio de su amor redentor por los hombres y le pide que lo difunda (http://212.183.201.46/centrodeespiritualidad/padrehoyos.org/esp/mision.htm).

A ello dedicará sus energías mientras le dure la vida dedicándose a extender por España la devoción y culto al Corazón de Jesucristo, siendo considerado después el primer apóstol de la devoción al Sagrado Corazón.

Muere a los veinticuatro años víctima del tifus, tan sólo nueve meses después de su ordenación sacerdotal (el 29 de noviembre de 1735).

Su proceso de beatificación se introduce en 1895. La curación atribuida a su intercesión se produce en 1936 en la persona de Mercedes Cabezas. En enero de 2009, Benedicto XVI firma el decreto que reconoce esta curación como milagro obrado por intercesión del Padre Hoyos, abriendo la puerta a su beatificación.

Más información en la web elaborada por el arzobispado de Valladolid: www.padrehoyos.org.