ROMA, miércoles 12 de enero de 2011 (ZENIT.org).- El cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, lanzó hoy en nombre del Papa Benedicto XVI un nuevo llamamiento a la comunidad internacional a favor de Haití.
Lo hizo durante la homilía de la misa que presidió, a primera hora de la tarde en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, en sufragio por el arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Serge Miot, y las otras 200.000 víctimas del terremoto que asoló la isla hace exactamente un año.
El mismo mensaje fue leído hoy en Puerto Príncipe por el cardenal Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, quien se encuentra estos días en la isla caribeña para llevar el aliento y un donativo del Papa a los damnificados por el seísmo.
En el mensaje, el Papa asegura a los haitianos su oración y su cercanía, y quiere darles “una palabra de esperanza en la situación presente particularmente difícil”.
“Es hora de reconstruir no solamente las estructuras materiales, sino sobre todo la convivencia civil, social y religiosa”, exhorta el Papa, augurando que el pueblo de Haití “sea el primer protagonista de su historia actual y de su futuro”.
Al mismo tiempo muestra su confianza en que seguirán llegando “las ayudas internacionales ofrecidas con gran generosidad, a través de ayudas económicas y de voluntarios procedentes de todo el mundo”.
Por su parte, en Roma, el cardenal Bertone, en su homilía, afirmó que este primer aniversario del terremoto ha sido “sobre todo la ocasión para manifestar cercanía a todos los haitianos, en particular a aquellos que tienen que afrontar la epidemia de cólera que se ha difundido de forma dramática en las últimas semanas”.
La respuesta solidaria a Haití no puede limitarse a la emergencia inicial, sino que debe convertirse en un proyecto estable y concreto, subrayó el prelado.
También quiso hacer llegar de parte de la Iglesia “una palabra de consuelo por los numerosos difuntos: éstos están vivos en Dios y esperan de sus seres queridos y de sus compatriotas un testimonio de valor y de esperanza”.
“En el recuerdo de las víctimas, debe surgis un renovado compromiso de vida, aferrándose a lo que no muere nunca y que el tremendo terremoto no ha podido destruir: el amor”, concluyó.
En la misa estuvieron presentes, entre otros, los cardenales Giovanni Battista Re y Bernard Francis Law, así como el embajador de Haití ante la Santa Sede, Carl-Henri Guietau.