FÁTIMA, jueves 13 de enero de 2011 (ZENIT.org) – El Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) reflexionó el pasado martes en Fátima sobre las últimas decisiones gubernamentales en el campo de la enseñanza privada y concertada en Portugal.
Según informa la Sala de Prensa del Santuario de Fátima, en declaraciones a la prensa, el padre Manuel Morujão, portavoz da CEP, subrayó la “gran preocupación” de los obispos portugueses en relación con esta cuestión.
Según este responsable, las nuevas normas de financiación recortan en un 10% los fondos a la enseñanza pública y un 30% a la enseñanza privada y concertada.
“Pero es bueno aclarar que cuando hablamos de enseñanza privada y concertada no hablamos de un gueto, de muchas personas pudientes y que pueden financiar esa enseñanza”.
“Estamos hablando de un amplio espectro de cerca de cien escuelas, con millares de alumnos, que implican a miles de padres y también a miles de profesores y empleados. Por tanto, se trata de un servicio público de enseñanza privada”.
Los obispos consideran, en palabras del padre Manuel Morujão, que lo que está en cuestión es la propia democracia.
“Es un deber del Estado favorecer esta libertad que deben tener los padres de poder escoger la educación y, en consecuencia, la escuela que desean para sus hijos. Esté ligada a esta o aquella ideología, confesión religiosa o agnóstica o atea”, afirmó el portavoz de los obispos, subrayando que los obispos portugueses quieren “promover la libertad de elección de los padres”.
El padre Morujão enfatizó la importancia de esta cuestión de la “libertad práctica” de que los padres puedan escoger el tipo de enseñanza que quieren dar a sus hijos, y que la enseñanza privada cuesta más barata al Estado que la enseñanza pública.
Los obispos portugueses pretenden que “las instancias gubernamentales abran el corazón y la inteligencia ante esta realidad de decenas y decenas de escuelas que tienen que cerrar, causando problemas e inestabilidad social» y alertan ante el «retroceso democrático» que el país puede sufrir en esta materia.