LONDRES, lunes 31 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Con apenas tres semanas días de vida, el Ordinariato personal para los ex anglicanos de Inglaterra está recibiendo gran cobertura en el ámbito internacional.
El padre Keith Newton, ex obispo anglicano y ahora sacerdote católico, además de ser el primer Ordinario, habló con la BBC el pasado domingo, sobre algunas cuestiones que los miembros del Ordinariato están afrontando.
El Ordinariato personal de Nuestra Señora de Walsingham es la primera respuesta a la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus realizada por Benedicto XVI el año 2009, que permite a los anglicanos la vuelta a la plena comunión con la Iglesia Católica, manteniendo elementos del propio patrimonio anglicano. Siendo el primero, este Ordinariato servirá de modelo para los que se crearán en el futuro en otros países.
¿Éxodo?
Es la pregunta que se realizan muchas personas, ¿Cuánta gente abandonará la Iglesia de Inglaterra para unirse al Ordinariato?
Según el padre Newton, no se pueden hacer pronósticos. “Cada persona debe hacer una profesión de fe individual”, dijo a la BBC. Por este motivo es imposible dar un número”.
El sacerdote sugirió que cerca de dos docenas de grupos realizarían esta cambio, y que, más o menos, cada grupo constaba de entre 10 a 70 miembros. “No tendremos números fiables hasta que la gente comience verdaderamente esta obra”, declaró.
Tentativas
El compromiso no implica un paso significativo, y algunos miembros de la Iglesia de Inglaterra esperan todavía que los anglicanos que se queden decepcionados del cambio a la comunión, encuentren una vía para permanecer en la congregación antes que convertirse en católicos dentro del Ordinariato.
Una docena de obispos de la Iglesia de Inglaterra difundió este lunes una carta pastoral expresando sus esperanzas al respecto y explicando que están en “la búsqueda de un modo que nos permita seguir siendo con integridad miembros de la Iglesia de Inglaterra”.
Los obispo han dicho que tienen “el deber” de continuar la búsqueda de “una salida de este callejón”, aunque admitieron que “no querían dar esperanzas” y que los tentativos anteriores de “persuadir a la Iglesia de Inglaterra a tomar esas medidas que nos permitieran, de buena fe, permanecer en ella, fracasaron”.
“Reconocemos el gran cambio en el corazón que se tiene que producir para tener éxito en esto”, escribieron.
En camino
Mientras tanto, The Telegraph refirió que el pasado lunes, otros 7 sacerdotes anglicanos y 300 fieles anunciaron la decisión de unirse al Ordinariato. El grupo está formado por tres parroquias de Essex y tres de la zona oriental de Londres.
Para estas personas y otras como ellas, en Cuaresma comenzará un periodo de catequesis. Justo antes de Pascua serán acogidas en la Iglesia Católica, de manera que puedan participar en la liturgia del Triduo como católicos. Las catequesis continuarán durante el periodo pascual.
En cuanto al clero, las ordenaciones como sacerdotes católicos -para los que sean aceptados- se esperan para Pentecostés, seguidas de otros dos años de formación.
Incertidumbre
Una vez ya adheridos al Ordinariato, el clero y los fieles afrontarán cuestiones que podrían esperarse de una comunidad joven, por ejemplo el lugar en el que practicar el culto y como se pagarán las cuentas.
Sobre la posibilidad de una colaboración continuada con la Iglesia de Inglaterra, el padre Newton aclaró a la BBC: “No estamos pidiendo un techo sobre nuestras cabezas. A veces la gente describe la situación como si fuésemos empresas que compiten la una con la otra; en realidad estamos todos en la misma misión de la Iglesia, en distinto modo, y creo que tratar de trabajar juntos sería nuestro cometido ecuménico”.“Esto no quiere decir que no se trate de un gran cambio que exija dinero”.
El padre Newton afirmó que la Iglesia Católica de Inglaterra y Gales hizo una donación de 250.000 libras esterlinas y que otras han asegurado su contribución. “A la larga, el Odinariato deberá autofinanciarse , pero será necesario un poco de tiempo para llegar a este punto”, declaró.
Sus sacerdotes afrontan además una situación por la que “se paga a los presbíteros católicos de manera muy distinta que a los anglicanos, por tanto es un sistema nuevo al que debemos adaptarnos”.
El padre Newton expresó la esperanza de que “podamos encontrar un tipo de trabajo de media jornada, siendo capellanes en las escuelas, en los hospitales o en las prisiones, cualquier cosa que esté ligada a la vida sacerdotal y que los sacerdotes puedan hacer”.
“Debemos entender que cada sacerdote tiene que tener los recursos suficientes para vivir de un modo digno”, declaró el ordinario, “y esto sobre todo si son hombres casados y con familia”.