Por Araceli Cantero Guibert
SANTIAGO DE CUBA, lunes 26 marzo 2012 (ZENIT.org).- Para llegar al Arzobispado de Santiago de Cuba, después de su recepción en el aeropuerto Antonio Maceo, el día 26 de marzo, el papamóvil de Benedicto XVI hará un recorrido de casi doce kilómetros por las calles santiagueras, saludando al pueblo que le reciba.
No le será difícil distinguir el edificio del Arzobispado en la empinada calle de San Jerónimo, ya que ha sido recientemente pintado de color crema y en su fachada luce un gran cartel con su imagen y el mensaje: “Bienvenido a Cuba Benedicto XVI-Peregrino de la Caridad”.
El edificio está situado en la zona alta de la ciudad. Por sus balcones se puede contemplar un panorama de calles empinadas y techos rojos coloniales, y al fondo la bahía rodeada de montañas.
Un grupo de adolescentes le estará esperando. Entre ellos Gretchel Octavia Amor Heredia, de 10 años, quien dos días antes estaba preparando los pompones que usarán los niños para saludarle. Sacaba los hilos a unos grandes sacos, tejidos con tiras de plástico, que se usan para transporte de materiales hasta formar unos largos flecos. Después enrollaba la bolsa de manera que los flecos unidos formaban una especie de plumero o pompón blanco. El resultado es una muestra de la creatividad que despliegan los cubanos para crear, de la nada, artísticos y útiles objetos.
Gretchel participa en la parroquia de Santa Lucía y expresó que “es un honor para mi darle la bienvenida al Papa”.
En el Arzobispado, el papa podrá reposar unas horas antes de la Misa en la plaza Antonio Maceo.
El padre Juan Elizalde, párroco de la catedral de Bayamo y vicario de esa Diócesis ha colaborado en la preparación de los espacios en que el papa descansará o será recibido, tanto en El Cobre como en el Arzobispado de Santiago. Estos espacios no son nuevos sino los ya existentes pero “adecuadamente dispuestos para que se sienta bien entre nosotros”, explicó el sacerdote.
“En el Arzobispado, le hemos dispuesto una sala de recibo que es la biblioteca privada del arzobispo, monseñor Dionisio García Ibañez, por si quiere hablar con alguna persona. Se ha preparado también la habitación privada del arzobispo por si quiere descansar”, indicó.
En la adecuación de estos espacios ha trabajado un equipo bajo la dirección de Eduardo Franco restaurador del Arzobispado.
“Hemos montado aquí mismo un taller para la restauración de imágenes y cuadros y les estamos dando mantenimiento”, explicó Franco. Junto a él Jorge Cuspiner seleccionaba algunos de los cuadros para colocar en las paredes de una de las estancias.
“Para nosotros es algo emocionante. Estamos tratando de crear un espacio agradable para que el papa se sienta cómodo y como en casa”, comentó Cuspiner.
Explicó que estaban tratando de seleccionar una muestra de cuadros cubanos, santiagueros principalmente “para que el papa se lleve una imagen de la pintura cubana que sea agradable visualmente”. Ya colocadas, se mostraban acuarelas de Juan Emilio Hernández Giro, paisajes de Rodolfo su hermano centrados en la campiña cubana.
También una obra de la Virgen de la Caridad montada hace poco.
Eduardo Domínguez, otro de los trabajadores en estos espacios, nunca imaginó tener esta oportunidad. “Es algo importante para el país y sobre todo para nosotros que el papa nos visite y que sea por segunda vez. Es un honor y es muy importante para mi colaborar con esto”.