RIMINI, miércoles 2 mayo 2012 (ZENIT.org).- En conclusión de la 35 Convocatoria Nacional de la Renovación en el Espíritu, celebrada en Rimini, Italia, el presidente de Italia Salvatore Martinez hizo la siguiente declaración.
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La alegre pasión por la fe invocada por Benedicto XVI, con motivo de la felicitación a la Curia Romama de fin del año 2011, encuentra en el «pueblo de la alabanza» de la Renovación en el Espíritu una cumplida demostración.
El aniversario del 4o del nacimiento del Movimiento en Italia, celebrado en la Feria de Rimini en los días 28 abril-1 mayo, nos permite constatar que no está en «recesión» el Espíritu de Dios. la pasión de los jóvenes, el entusiasmo de los sacerdotes, la vitalidad de los animadores y de los misioneros lo confirman.
En Rimini la «novedad y la fuerza» del cristianismo, resumidas en el tema de la XXXV –Convocatoria En el Espíritu gritamos: Jesús es el Señor- ha sido «vista» y «sentida» como en Pentecostés, cuando la fe, interiorizada por la efusión del espíritu, se hizo espiritualidad, vida nueva para los pueblos y las naciones.
Si la madre de todas las crisis es espiritual, como suele repetir el pontífice, entonces ¡se necesita renovación! Sobre todo renovación de la profesión de la fe cristiana, como asunción de responsabilidad ante las derivas morales y la inestabilidad social que el tiempo sufre. la conciencia adormilada o errónea de nuestro país puede ser despertada sólo a partir de los valores del Espíritu: ¡o se vuelve a partir del corazón del hombre o no será posible devolver un corazón a las instituciones!
Nos hacemos candidatos, humildemente y con profunda convicción, a rehacer el tejido social cristianos de nuestras comunidades locales, tratando de superar la fractura existente entre «Evangelio y vida», ciertos de que no existe «reserva de humanidad» más alta e incisiva de la espiritualidad cristiana. El evangelio de Jesucristo y su Iglesia siguen siendo hoy la única gran oportunidad que los hombres tienen de reencontrar la esperanza y el deseo de futuro. ¡Donde está el Espíritu de Dios, hay deseo de futuro! ¡Donde hay hombres nuevos, renace un mundo nuevo!
Desde Rimini, la gran asamblea de la Renovación en el Espíritu ahora se traslada a la plaza de San Pedro, primera etapa de un largo «recorrido jubilar» que marcará la extroversión pública y testimonial del Movimiento. El 26 de mayo, con Benedicto XVI y con el cardenal Angelo Bagnasco, la gran familia de la Renovación dará gracias al Espíritu Santo, entre memoria y profecía de un camino.
Una acción de gracias sentida a cuantos, por diversos motivos, han contribuido al buen resultado de la XXXV Convocatoria Nacional, ciertos de que sólo en la amistad, en la colaboración y en la ayuda recíproca es posible experimentar la unidad en la diversidad para el bien común.
Rimini, 2 mayo 2012