Por Nieves San Martín

MADRID, domingo 27 mayo 2012 (ZENIT.org).- El VI Congreso Mundial de las Familias, que se celebró en Madrid del 25 al 27 de mayo, continuó sus trabajos este fin de semana, con una gran riqueza de iniciativas y propuestas de participación. El congreso se cerró con la aprobación de la Declaración “Madrid 2012”, que los lectores encontrarán en www.zenit.org/article-42299?l=spanish.

El VI Congreso Mundial de las Familias que ha congregado en Madrid a cerca de tres mil personas ha seguido sus trabajos este fin de semana ofreciendo una variedad de propuestas, además de las sesiones plenarias y seminarios.

En paralelo al Congreso se ha celebrado un Foro Internacional Parlamentario, un Seminario Académico, un Foro Internacional de Jóvenes y varios eventos culturales, entre ellos la presentación del himno oficial del Congreso, ganado en un concurso por la Saint Thomas School de Jerez de la Frontera, España, con el tema “La Aventura de la Vida”.

En la primera sesión plenaria del sábado se trató el tema “Amenazas a la vida y a la familia en el derecho internacional”. La conferencia principal estuvo a cargo de Austin Ruse, de Estados Unidos, presidente de la organización C-Fam. Explicó la lucha del movimiento pro-vida que ha tenido “éxito en evitar que el aborto se convierta en un derecho internacional”. Denunció a grupos radicales en el seno de la ONU que pretenden imponer a los estados reformas legales en este sentido. En su opinión, estos grupos rechazan todo el sistema internacional y, mientras antes decidían los estados, ahora son las organizaciones trasnacionales, lo que lleva a “un monumental déficit democrático”. “Lucharemos contra los radicales en todos los ámbitos, nunca nos vamos a rendir”, concluyó.

“Cultura de la Vida versus Cultura de la Muerte” fue el tema de la segunda sesión plenaria, con una conferencia de Alveda C. King, activista pro-vida, sobrina de Martin Luther King y cuyo padre también fue asesinado por defender los derechos civiles de los negros. La señora King comparó el movimiento por los derechos civiles con la actual lucha contra la discriminación de los no nacidos. “Las actitudes de la cultura de la muerte de hoy se parecen sorprendentemente a aquella situación”, dijo.

En la tercera sesión, se leyó la conferencia de Alan Sears, presidente de Alliance Defence Fund, sobre “Ataques a la familia”, quien no pudo llegar a tiempo por problemas de transporte. En su opinión, el mayor ataque a la familia hoy es la pretensión del lobby homosexual de cambiar a nivel internacional la definición del matrimonio como unión entre dos personas sin especificar el sexo.

La mañana del domingo se inició con una eucaristía concelebrada, presidida por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid. En su homilía dijo que “trabajar por la familia es trabajar por el ser humano”. Al ser domingo de Pentecostés habló sobre la alegría como fruto del Espíritu Santo. Una alegría que “destierra de nuestro espíritu el miedo que esclaviza”. Afirmó que “la razón puede entender que la familia se basa en el matrimonio y que no es buena una legislación que no protege esta realidad humana básica”.

La primera sesión se inició con una conferencia de Alfredo Dagnino sobre “Libertad de Educación”. Inició con dos premisas: no hay educación sin familia y no hay escuela sin colaboración de la familia. Trató tres cuestiones: las implicaciones de la libertad de enseñanza; los límites a la acción de Estado; y los retos de hoy. Afirmó que “la libertad de enseñanza es un derecho fundamental del hombre e implica dos cosas: el derecho a enseñar y el derecho a crear instituciones educativas de iniciativa social.

Sobre el papel del Estado, dijo que tiene el deber de garantizar que todos tengan acceso a la educación y garantizar la escuela de iniciativa social pero no debe ir más allá. Denunció una excesiva intromisión del Estado en cuestiones como los contenidos curriculares que son parte de la libertad de enseñanza. Entre los riesgos actuales, señaló una creciente estatalización y una gran influencia de ideologías tales como agnosticismo ideológico, relativismo moral, ideología de género, laicismo, utilización de la educación para imponer un modelo ideológico.

La “Libertad religiosa” fue el tema de la segunda sesión plenaria. El coordinador de la misma, Javier Menéndez Ros, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, señaló que en el mundo 200 millones de cristianos son perseguidos por su fe y 150 más son discriminados.

En la conferencia principal, Alan Sears sustituyó al vicepresidente del Parlamento Italiano, Rocco Butiglione, quien no pudo asistir por motivos de salud. Sears dijo que la libertad religiosa es la primera de todas y describió las numerosas batallas que se están librando por diversas organizaciones, sobre todo en Estados Unidos, por defenderla. Denunció que cada vez más los creyentes se ven obligados a actuar en el ámbito laboral en contra de sus principios religiosos e incluso los casos de pastores que han sido condenados por sus sermones. “¿Quién decide lo que se puede decir en el púlpito?”, se preguntó Sears. Sin embargo la buena noticia es que muchos de estos casos han sido ganados en los tribunales o en el parlamento.

El próximo congreso será en Australia en 2013.