Por Sergio H. Mora
ROMA, Martes 15 mayo 2012 (ZENIT.org).- El VII Encuentro Mundial de las Familias, que se realizará en la ciudad de Milán del 30 de mayo al 3 de junio, tiene como tema 'Familia Trabajo y Fiesta'. Esto permitirá profundizar las problemáticas relacionadas con la familia y contará con la presencia de Benedicto XVI.
Entre las dificultades actuales figuran los adultos que no logran ser adultos, y los jóvenes que no se casan porque no quieren asumir responsabilidades, y por lo tanto muchas veces la familia viene entendida como un problema y no como un gran recurso. Entre las esperanzas figuran en cambio, las familias que forman a sus hijos, que los consideran un don y ayudan a la formación de los hijos de otras familias.
ZENIT entrevistó a Stefano Sereni y Rita Pileri, una pareja elegida por el Consejo Nacional de la Acción Católica Italiana para temas relativos a la familia y que se encuentra muy comprometida con el próximo encuentro mundial.
De la familia se habla poco o solamente cuando hay hechos negativos de crónica, como si la familia fuera solamente esto. ¿Cuál es el principal problema de hoy?
- Stefano: El problema de la familia hoy es que muchas veces es tomada justamente más como un problema que como un recurso. Nos hemos olvidado el aspecto fundamental que es el de hacer crecer y cuidar a las nuevas generaciones. Esto es un trabajo de todos los días que no es elogiado y que fue olvidado. Los medios de información prefieren poner en evidencia todos los problemas, las crisis o la ‘crónica negra’, mientras por así decir ‘la crónica blanca’, que sirve para hacer crecer a las nuevas generaciones, es dejada de lado.
Han hablado de la formación…
- Rita: La familia se ocupa antes que todo de la formación cuando tiene el don de los hijos. Nosotros invitamos a cuidar no solamente a los propios hijos sino también a los de otras familias que quizás no tienen el discernimiento o el tiempo de cuidar su formación, principalmente desde el punto de vista cristiano, aunque no debamos quedarnos solamente en esto. Un servicio que la Acción Católica realiza con grupos de jóvenes, es ayudar a los papás en la tarea de la formación de los hijos.
¿Osea también a los hijos de otras familias?
- Stefano: Las familias que participan a la misa todas las semanas lamentablemente son pocas. Los datos indican que los hijos de estas familias después siguen esta tradición. Ser papás de los otros significa poner en acción esta generación, en que cada papá no lo es solamente del propio hijo, sino que cuida de las nuevas generaciones. Indico por ejemplo, la gran contribución que dan los adultos de la Acción Católica, que volviendo de nuevo a ser los educadores de los más jóvenes, los invitan a cuidar también a otros muchachos.
¿Hay también un problema sicológico, y no solamente de los jóvenes?
- Rita: Está también el problema del adulto que no logró dar una estructura a estos jóvenes y demuestra un malestar total. Un malestar que después se transmite al joven porque el adulto no supo dar respuestas, no logra hacer creer, a tener la esperanza de algo mejor.
Lo que nosotros constatamos hoy son adultos que no tuvieron la capacidad de ser adultos, de dar reglas, o al menos certezas, y esto crea un desequilibrio notable.
¿Y por qué se casan menos los jóvenes?
- Stefano: Nosotros nos ocupamos de los novios en nuestra parroquia; en este momento de 15 parejas que se preparan para el matrimonio, 14 ya conviven. Y no logramos entender por qué. Probablemente es por no querer asumir un compromiso. Esto es el gran drama, no querer volverse adulto, que significa 'me comprometo y si me equivoco pago'. El sistema de descargar las culpas un poco sobre los otros es bastante problemático porque falta el adulto. Falta quien asuma las propias responsabilidades, sea en el mundo del trabajo o en cualquier otro sector.
¿Qué se espera de este VII Encuentro Mundial de las Familas?
- Rita: Los frutos son imprevisibles. La primera cosa importante será encontrarnos en esta jornada preparada desde hace tiempo por los movimientos. Hemos intercambiado ideas y hemos entendido diversos puntos. Digamos que como siempre es un momento final de un camino que nos puso interrogantes. A la Acción Católica le sirvió muchísimo para poner en el centro y entender la importancia de la familia en nuestra asociación, teniendo en cuenta que no es una asociación de carácter familiar. Entretanto nos dimos cuenta que la unidad de nuestra asociación está en la familia y trabajamos juntos. Hemos hecho algunas estrategias, analizamos recorridos realizados y nos detuvimos para reflexionar. Todos tuvimos la oportunidad de decirnos: Viene el evento, ¿qué hacemos?
Para seguir el Encuentro Mundial de las Familias: www.family2012.com/es/