MILÁN, lunes 4 junio 2012 (ZENIT.org).- Hacia las 16,30 de este domingo, en el patio del Arzobispado, Benedicto XVI se despidió de los empleados, los colaboradores y algunos de los voluntarios que en los últimos meses se pusieron a disposición de la Fundación Milán Familias 2012.
«No sé lo que habéis hecho en detalle –les dijo el papa- pero se que habéis trabajado mucho con un espíritu de gratuidad típicamente cristiano».
Enseguida, el santo padre subió a bordo del papamóvil dirigiéndose hacia el aeropuerto de Linate. El trayecto de Benedicto XVI hasta el terminal aéreo milanés, fue acompañado por nutridos aplausos y gritos de júbilo de los fieles agolpados a lo largo de las calles.
Una vez llegado a Linate, el papa recibió los saludos del cortejo papal y de las autoridades presentes. En la escala del avión, se despidió del cardenal Scola y de monseñor Erminio De Scalzi, obispo auxiliar de Milán y presidente de la Fundación Milán Familias 2012. Por dos veces el papa se volvió para saludar a la multitud con las manos, en modo informal y caluroso.
Luego, el despegue y la vuelta al Vaticano, que tuvo lugar poco antes de las 19 horas.