ROMA, martes 5 junio 2012 (ZENIT.org).- Los obispos de Nigeria se han dicho consternados por los últimos acontecimientos en su país que pasan por los incesantes ataques terroristas a centros cristianos, el último este domingo, y ahora un accidente aéreo con numerosas víctimas, el mismo día.

“Estamos consternados y turbados por las dos tragedias que han golpeado a Nigeria, ayer, el accidente aéreo en Lagos que ha provocado la muerte de 153 personas, y el ataque contra una iglesia cristiana en Bauchi”, dice a agencia Fides monseñor Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Jos y presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, que acaba de concluir un encuentro con los obispos reunidos en Abuja.

“Me encuentro en la capital federal, Abuja, por la peregrinación nacional de oración. Hemos invitado a los católicos de Nigeria, desde los obispos hasta cada uno de los creyentes, a que se reúnan en Abuja para orar por nuestro país. En particular, pedimos la ayuda del Señor para hacer frente a los incesantes ataques terroristas con bombas, asesinatos, robos a mano armada, cometidos contra toda la nación”.

“El momento de oración celebrada el 2 de junio ha contado con una participación extraordinaria, los fieles oraron con mucha intensidad”, dice monseñor Kaigama. “Después de la oración, los obispos se reunieron con el presidente Goodluck Jonathan, para discutir los problemas de la seguridad del país y los ataques contra las iglesias cristianas, especialmente en el norte. La reunión fue muy fructífera”, dice monseñor Kaigama.

Este domingo, 3 de junio, un avión de pasajeros que une Abuja a la capital económica Lagos, se estrelló en un barrio de esta última ciudad. En su caída, el avión, que transportaba 147 pasajeros y seis tripulantes, impactó contra un edificio de dos pisos y se precipitó a un terreno en el que había una iglesia y una pequeña imprenta. También ayer, en Bauchi, al norte de Nigeria, un coche bomba explosionó cerca de una iglesia pentecostal, matando a 15 personas.