LIMA, domingo 24 junio 2012 (ZENIT.org).- En el programa Diálogo de Fe del sábado 23 de junio, el cardenal Juan Luis Cipriani se refirió al proyecto de ley que despenaliza las relaciones sexuales consentidas entre adolescentes, enfatizando que es muy importante escuchar lo que piensan los padres de familia sobre el caso y no permitir que sigan atacando la institución de la familia y la protección al menor de edad.
“Padres de familia, ustedes deciden cuando el chico va al colegio, ustedes tienen que dar permiso cuando viaja, si un chico va a un banco no le hacen caso, no le dan brevete a los 14 años, el chico no puede irse a vivir por su cuenta a los 14 años. Hay una protección natural del Estado en que los padres de familia se sienten fortalecidos; ahora le van a quitar ese apoyo a los padres de proteger a sus hijos”, afirmó.
“La discusión puede ser eterna, pero yo quisiera sentir a los padres, ver qué quieren opinar ellos. No me parece que sea tema de una comisión ni de 27 congresistas, es un tema mucho más sensible que debería tener una amplísima discusión antes de tocarlo”, continuó.
En otro momento, recordó a san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei y cuya fiesta se celebra el 26 de junio, y agradeció a Dios la presencia en la Iglesia de un sacerdote santo que nos enseñó que la santidad está en hacer lo corriente delante de Dios y con amor de Dios.
“Tu trabajo, tu taxi, tu porte, tu vida familiar, es el lugar donde Dios te busca y da mucha alegría pensar que Dios comparte y nos busca en las cosas más normales de la vida. En cualquier circunstancia de tu vida, pobres y ricos, de todos los lugares del mundo Dios nos dice: “Yo te llamo por tu nombre y tu apellido y te quiero y te busco y tengo para ti un programa””, expresó.
“Desde aquí saludo al Opus Dei, prelatura personal, que hace una labor muy bonita en sitios tan alejados como Abancay, Apurímac, Cañete, Piura y también aquí en Lima”, añadió.
El arzobispo de Lima habló sobre la reciente partida a la casa del Padre de Monseñor Alcides Mendoza, arzobispo Emérito de Cusco, destacando su ejemplo como un hombre conocedor de las costumbres de la sierra y a su vez como una persona con una amplia cultura.
Manifestó que estuvo junto a él días antes de su fallecimiento y pudo rezar y conversar y le dio la absolución, dejándolo sereno y en paz.
“Era un hombre con una gran cordialidad, muy cariñoso y al mismo tiempo firme. Empezó como sacerdote en unos pueblos de Huancavelica. Luego, monseñor Jurgens, un obispo redentorista, le enseñó a ser misionero, lo llevaba en esas visitas por los pueblos y le quedó a él esa inquietud de ayudar a los niños en los orfanatos. También hace una labor muy bonita en el Seminario de Cusco, lo abre y tiene la alegría de poder ordenar a muchos sacerdotes”, comentó.
Señaló que fue un hombre que le tocaron momentos difíciles de la historia, pero que supo enfrentarlos con fortaleza de espíritu. Así también fue un hombre que buscó siempre la unidad en el Episcopado y que buscó esa cercanía con la gente sencilla.
“Con gran fortaleza tuvo que hacer frente a discusiones que pretendían cambiar, por decirlo así, el ambiente de su pueblo. Él conocía la cultura y las costumbres de su tierra y cuando ve que llega una Teología de la Liberación que pretendía cambiar todo, él dice: Yo he nacido aquí, esto es una ideología y lo que mi pueblo necesita es la acción caritativa y evangelizadora de la Iglesia; en nombre de Cristo yo hago estos orfanatos, estos seminarios, estas actividades de apoyo a la niñez y a los campesinos, pero no necesito una teoría política. También tuvo sus dificultades en Cusco y supo llevarlas con mucha fortaleza y paz”.
En el marco de la solemnidad de San Pedro y San Pablo y Día del Papa que se celebrará el 29 de junio, el cardenal Cipriani mencionó que es muy importante reforzar nuestra identidad católica en ese amor al Santo Padre a través de la oración y de la cercanía a su palabra.
“El mismo Dios hecho hombre es quien ha instituido esta figura del papa, cabeza de la Iglesia; es a él a quien nosotros le debemos la obediencia al Magisterio. La Iglesia no es una institución ni política ni humana, es fundada por Jesucristo en manos de gente humana”.
“En esta fiesta tan bonita todos debemos hacer el propósito de rezar más por el papa, porque de esa manera estaremos más cerca de Dios”
Comentó también que cada papa es distinto del otro porque cada uno tiene su propia personalidad y trayectoria.
“Juan Pablo II era un actor, un líder, un hombre que conducía a la gente con sus gestos, sus palabras, sus silencios, su calor, su cariño, estirar su mano, coger a un niño; tenía como todo un lenguaje del típico hombre carismático. Benedicto XVI es un hombre reposado, más racional, más lógico, que hace unas homilías preciosas. La gente escucha y entiende lo que dice”,
“Jesucristo nos dice: “Custodien al papa, quiéranlo, obedezcan esos mandamientos y esos sacramentos, recen y verán cómo muchos de los problemas que tienen se empiezan a resolver”. A veces veo que muchos dicen “Yo no soy muy católico”. No se trata de eso, sino que Dios se ha hecho hombre y nos ha ofertado: “Toma este proyecto para que seas feliz y para que el mundo vaya mejor”. No le echemos la culpa de lo malo a ese proyecto sino a la soberbia de los proyectos humanos”, reflexionó.
Finalmente, invitó a los fieles a participar de la Santa Misa por la solemnidad de San Pedro y San Pablo que será presidida por el nuncio apostólico en Perú, monseñor James Patrick Green, el próximo viernes 29 de junio en la basílica catedral de Lima.