El papa Benedicto XVI envió un videomensaje a los participantes del congreso que concluyó hoy en Camboya con el título “El Vaticano II y la Iglesia”, organizado con motivo del Año de la Fe. El congreso comenzó el sábado 5 en Phom Penh y a sus casi 400 participantes les entregaron diversos textos del Vaticano II y del Catecísmo de la Iglesia Católica traducidos al camboyano.
“Recordando el período de desórdenes que precipitó vuestro país en la obscuridad –dijo el papa en francés durante el videomensaje–, querría subrayar cómo el coraje, la fe y la perseverancia de vuestros pastores y de tantos hermanos y hermanas vuestras, muchos de los cuales encontraron la muerte, representa un noble testimonio a la verdad del Evangelio”.
“Estad seguros –prosiguió el Santo Padre–, de las oraciones de vuestros hermanos y hermanas, cuya sangre corrió por los arrozales. Sed levadura en la masa de vuestra sociedad, testimoniando el amor de Cristo por todos, construyendo vínculos de fraternidad con los miembros de otras tradiciones religiosas y caminando a lo largo de las vías de la justicia y de la misericordia”.
A los seminaristas el papa les recordó: “Vuestras vidas ofrecidas y vuestras oraciones son fuente de esperanza. Que ellas sean además una invitación para otros jóvenes a dar su vida como sacerdotes según el corazón de Dios”.
Con el Vaticano II
El vicario apostólico de Phnom Penh, monseñor Olivier Schmitthaeusler, indicó a la agencia de noticias Fides: “La traducción del Catecismo de la Iglesia Católica en idioma camboyano será una valiosa herramienta para todas las comunidades y las asociaciones de fieles, de manera que profundicen los contenidos del Credo y de la doctrina católica, en el Año de la fe”.
Añadió que el mensaje que envió Benedicto XVI ayudará a los cristianos en Camboya a “sentirse realmente parte de la Iglesia universal”.
El Obispo indicó también que la comunidad local –invitada al evento–, ha seleccionado la Lumen Gentium, para recordar a los fieles que “la Iglesia es Pueblo de Dios, de los creyentes llamados a la santidad”.
Una Iglesia naciente
Consideró además que la Iglesia camboyana, que representa el uno por ciento de la población en un país con 96 por ciento de budistas, “está experimentando de nuevo la época de los Hechos de los Apóstoles, con un primer anuncio de la Buena Nueva”, y es “un laboratorio de evangelización en un mundo budista”.
Sobre la época tremenda que caracterizó el período de los Khmers rojos, con millones de personas masacradas y alta persecución religiosa, el vicario de Phnom Penh remarcó que para la nueva evangelización será necesario el perdón y el compromiso de los laicos.