Se acaban de cumplir tres años del devastador terremoto de Haití. Caritas Española hizo una clara apuesta de futuro al situar en el eje de sus prioridades el reforzamiento de la cooperación fraterna con Caritas Haití y la Iglesia local, junto con el apoyo a la formación profesional de los jóvenes y la mejora de la situación sanitaria en la isla.
La entidad humanitaria de la Iglesia católica informa en su página web de la reciente decisión del Equipo Directivo de Caritas Española de aprobar un ambicioso proyecto por importe de 692.000 euros, destinado a reforzar el sistema de educación profesional del país caribeño para jóvenes, a través de la red de nueve centros de formación profesional que los salesianos dirigen en cinco departamentos de Haití.
Un total de 2.800 alumnos podrán beneficiarse de este programa formativo a cuatro años vista –ahora comienza a ponerse en marcha la primera fase— con el que se pretende garantizar, en colaboración con el Ministerio de Educación Nacional, su capacitación laboral para prevenir futuras situaciones de exclusión social.
Reducción del cólera
Otra de las acciones significativas de Caritas Española en Haití en 2012 fue su apoyo a un amplio programa de reducción de la incidencia del cólera y otras enfermedades de transmisión hídrica, en zonas vulnerables de la frontera sur entre Haití y la República Dominicana. Este proyecto, al que se destinaron 804.000 euros, pretende mejorar de forma directa la situación sanitaria de una población de 6.500 habitantes de 36 comunidades pobres, en cuatro provincias de la frontera haitiano-dominicana.
El programa –cuya segunda fase ya están ejecutando Caritas Haitiana y Caritas Dominicana desde el mes pasado– contempla la mejora de las condiciones del agua para uso humano y de los sistemas de higiene, y la capacitación de técnicos comunitarios de salud, en las zonas más aisladas de las diócesis de Barahona y Jacmel.
En 2012, junto a estos dos proyectos de formación profesional y lucha contra el cólera, Caritas Española apoyó otros tres proyectos de ayuda humanitaria y educación en distintas zonas de la isla. El importe total para estos cinco proyectos, de los que se benefician más de treinta mil personas, asciende a 1.790.306 euros.
A lo largo de estos tres años, Caritas Española llevó a cabo una intensa labor de acompañamiento de la Caritas Haitiana para desarrollar las acciones del plan de postemergencia y rehabilitación puesto en marcha a raíz del terremoto, centradas en ayuda humanitaria, reconstrucción de viviendas y escuelas, salud, educación, mayores y fortalecimiento institucional.
Desde el inicio de la emergencia, la aportación de Caritas Española a los programas de la red Caritas en la isla fue de 14 millones de euros.
El reforzamiento de este apoyo fraterno a Caritas Haití será uno de los ejes estratégicos de la acción de Caritas Española en ese país de cara a los próximos años.
Mensaje del presidente de Caritas Haití
En un mensaje con motivo del tercer aniversario del terremoto, el obispo Pierre Dumas, presidente de Caritas Haití, aseguró que la educación, el cuidado del medio ambiente y la protección de los derechos socioeconómicos de las personas más vulnerables son esenciales para ayudar a Haití a avanzar tras su devastador terremoto.
Tras reconocer que “la acción de la familia Caritas fue intenso, poderoso y vital desde el principio para salvar vidas y dar esperanza”, el prelado asegura que “ahora que la emergencia ha terminado, no podemos dejar que Haití caiga en el olvido”. “Debemos mantener el aliento de esperanza para el pueblo”, añade.
El presidente, además de señalar que “la red internacional de la organización está acompañando a Caritas Haití de manera coordinada y articulada”, destaca los esfuerzos dirigidos en la actual fase de rehabilitación a “la construcción de viviendas dignas para la población, en lugar de alojamientos temporales”. Y, entre los desafíos más inmediatos, se refiere a la educación, porque “nadie nunca ha podido avanzar en su desarrollo sin tener un nivel mínimo de educación”.
El medio ambiente es también otro de los retos identificados por Dumas. “Hay deforestación, desastres naturales y provocados por el hombre, y la Iglesia tiene un papel a la hora de impulsar que la vida puede comenzar nuevamente en Haití, asegurándose de que exista un plan estratégico y de educación cívica entre los haitianos”, señala.
Monseñor Dumas subraya la voluntad de Caritas de “participar en el desarrollo a largo plazo y duradero de los haitianos, y de participar en el renacimiento de Haití, algo que no podemos hacer sin los propios haitianos”. “Caritas –escribe– está ahí para alentarles, promover proyectos y para ayudarles en sus propios destinos y crear un futuro diferente”, pero “no imponiendo un diferente tipo de desarrollo, sino respetando la tradición local y su sabiduría; y lo haremos para que el pueblo haitiano, que ha sufrido tanto, pueda vivir a través de una nueva resurrección”.
12 de enero de 2010, una fecha para recordar
Los haitianos no olvidarán nunca el 12 de enero de 2010. Fue el día en que un devastador terremoto mató a millares de personas y arrasó aldeas, pueblos y ciudades en toda la nación.
El seísmo, de 7 grados de magnitud, provocó la muerte de trescientas mil personas y centenares de miles de heridos. Colegios, hospitales, viviendas e infraestructuras quedaron devastados y los medios de vida de la población, destrozados.
La red Caritas, que estaba en Haití antes y durante el terremoto, permanece allí desde entonces. Su personal en el terreno ha vivido hombro con hombro con las comunidades locales, y el trauma de ver calles enteras destruidas y sin saber si los miembros de sus propias familias estaban vivos o muertos. Caritas estuvo allí durante y después de la catástrofe, cuando era difícil encontrar comida y agua, y cuando solo quedaban escombros donde una vez había viviendas.
Caritas también estaba allí cuando Haití, que ya se estaba levantando, tuvo que hacer frente a nuevas tragedias, como huracanes y el cólera, que se llevó más de siete mil vidas.
“Los haitianos demostraron coraje, ingenio y resistencia para reconstruir sus vidas y hacer frente al futuro, entre tanta devastación y sufrimiento. Cuando todo parecía perdido, los haitianos fueron ejemplos vivos del refrán ‘mientras haya vida, hay esperanza’”, concluye su información Caritas Española.