Los tesoros de la Casa de Alba

Una exposición que es mejor no perder

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El patrimonio artístico y cultural de la Casa de Alba, acumulado en los siglos desde su fundación en el siglo XV, es enorme. Una deslumbrante sucesión de obras de arte y documentos que han sobrevivido a los avatares de la historia de España. La exposición que está abierta en Madrid hasta el 31 de marzo es una ocasión única y probablemente irrepetible en años, porque rara vez salen a la luz los tesoros que acumula esta Casa nobiliaria.

En esta exposición, los organizadores pretenden dar a conocer, no sólo la increíble colección de obras de arte de la Casa de Alba, sino también la complicada labor de creación, formación, recuperación, protección, conservación y mecenazgo llevado a cabo por numerosos titulares de esta Casa a lo largo de los siglos.

La primera parte de la muestra narra la historia y las hazañas de la Casa de Alba, su vinculación a la Corona y la defensa de la política y sociedad española. Incluye los retratos de los más representativos miembros de la familia, y de de distintos miembros de la realeza, familiares y amigos.

Los cuadros de tema religioso de toda la exposición son notables. En esta parte de la muestra, por ejemplo, se puede contemplar la Virgen del Maestro Intervírgenes, de la colección del primer duque de Alba.

Aquí se pueden ver nada menos que las cartas autógrafas de Cristobal Colón, la más extensa que se conoce, donde se recogen datos tan singulares como detalles de la preparación del primer viaje, el rol de marineros del mismo, un dibujo de su mano de la silueta de primera isla que descubrió, la Española. El nobiliario de Indias, con cartas reales expedidas por la Cancillería de Indias concediendo escudos de armas a conquistadores, ciudades e indígenas. Una colección de trajes del rey llevados en el día de la Epifanía y entregados al duque de Alba, tradición otorgada al conde de Ribadeo, y de la que quedan los uniformes de Alfonso XII, Alfonso XIII y el uniforme que vistió el rey Juan Carlos I como capitán general del Ejército de Tierra.

El capítulo segundo destaca la labor de mecenazgo de la Casa de Alba en la sociedad española, europea y  americana a los largo de los siglos. Son de destacar las donaciones al Convento de las Agustinas de Salamanca y al Colegio del Cardenal de Monforte de Lemos. La labor de patronazgo de la XIII duquesa con Francisco de Goya, que permitió la realización de obras maestras, algunas íntimas y cercanas favorecidas por una excelente relación personal. La ingente actividad de mecenazgo y de coleccionismo llevada a cabo por el VII duque deBerwick y XI de Alba, el apoyo a artistas como Álvarez Cubero y Solá, la formación de una colección de arqueología, única en España, así como la ampliación de la colección de pintura.

El último capítulo engloba las obras de arte que se han acumulado gracias a las relaciones de los miembros de la Casa de Alba. El arte y la cultura como parte de la vida cotidiana, recuerdos y regalos, que son ejemplos de una importante y refinada vida social y familiar. En este grupo cobran un especial lugar los regalos de los emperadores de Francia a sus hermanos los XVI duques de Alba, así como regalos de ámbito más privado.

La Casa de Alba y el Reino de España

El origen de la casa de Alba se remonta a 1434 cuando Juan II de Castilla, confirma a Gutierre de Toledo, obispo de Palencia, la merced de la villa de Alba de Tormes (documento que puede verse en la exposición). El apoyo a la Corona de Castilla y posteriormente de España, generaron nuevas mercedes y títulos, hasta llegar al siglo XXI, donde se acumulan en una sola persona 45 títulos nobiliarios con 18 Grandezas de España y un importante patrimonio cultural mantenido y acrecentados con gran esfuerzo a lo largo de los siglos.

Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, fue, sin lugar a dudas, el más destacado militar de su época. De niño se escapó de casa para combatir a los franceses en Fuenterrabía, plaza de la que fue nombrado gobernador. En su juventud sirvió a Carlos V, participando en la conquista de Túnez y de Estrasburgo. En el reinado de Felipe II combatió en Italia al papa Pablo IV. Desde 1567 gobernó Flandes, enfrentándose en una guerra terrible a Luis de Nassau y Guillermo de Orange. La conquista de Portugal constituye el último episodio de su carrera militar imparable.

La importancia de la pintura española del siglo XVII en la pinacoteca de la Casa de Alba muestra el interés de la alta aristocracia española por el arte y la cultura de su tiempo. Obras maestras de Ribera, encargos del VI conde de Monterrey, mecenas del pintor, siendo virrey en Nápoles, que se encuentran en el Convento de Agustinas de Salamanca, los paisajes del pintor procedentes del condado de Miranda y el retrato del canónigo de Murillo de la colección de la XIII duquesa recibido de su madre la duquesa de Huéscar.

El Nobiliario de las Indias es un fondo documental de extraordinaria importancia, de cartas reales expedidas por la Cancillería de Indias concediendo escudos de armas a conquistadores, ciudades y amerindios. Estos documentos son copias de los originales que se han perdido en su mayoría, y entre ellos aparecen personajes de la importancia de Francisco Pizarro, Hernando de Luque, ciudades como Arequipa, Trujillo o Santiago de Chile y varios nativos, como los hijos de Moctezuma.

Un desconocido retrato de la reina escocesa María Estuardo, que tuvo una desgraciada vida, ejecutada bajo el reinado de su prima Isabel I, puede verse por primera vez en esta exposición. Su nieto Jacobo II y VI de Escocia, el último rey católico de Inglaterra, será padre del primer duque de Berwick.

Figura emblemática, inspiradora de románticas leyendas, Cayetana fue una mujer curiosa, culta y refinada. Recibió una excelente educación de su abuelo el XII duque y de su madre la duquesa de Huéscar –cuyos retratos por Mengs se pueden ver en la exposición–. El matrimonio con su primo, el marqués de Villafranca, les hizo titulares de mayorazgos y honores, pero murieron jóvenes y sin descendencia. Algunas obras maestras de la colección pasaron a manos de Godoy, como la Venus del espejo, de Velázquez y La Sagrada Familia, de Rafael, y con el tiempo saldrían de España. Muchas obras fueron heredadas por sus sirvientes y amigos. En la invasión francesa, se dispersó parte de la colección original.

Jacobo Fizt-James Stuart, duque de Berwick acudió en ayuda del pretendiente francés a la Corona Española en la Guerra de Sucesión, el futuro Felipe V. El 25 de abril de 1707, resultó vencedor de la batalla de Almansa, lo que le valió los ducados de Liria y Jérica y la imposición del Toisón de Oro, descrito en el cuadro de Ingres.

El tercer duque de Berwick, también de Veragua, por su madre, Catalina Colón de Portugal, era descendiente de Cristobal Colón. Su nieto Carlos Miguel será VII duque de Berwick y XIV de Alba. La colección de cartas autógrafas colombinas de la Casa de Alba es la más importante y extensa del mundo.

Carlos Miguel Fizt-James Stuart y Silva, VII duque de Berwick y XIV de Alba, inteligente, culto y viajero, hizo una particular gran gira por Italia, que duró años, interesándose por la arqueología, la pintura de los grandes maestros y el arte de sus contemporáneos. Su especial interés por Antonio Canova le llevaría a realizar una labor de mecenazgo con los principales escultores españoles que les permitiría trabajar en el taller del célebre artista, así José Alvarez Cubero o Antonio Solá se verían beneficiados, guardando la colección Alba importantes retratos y esculturas de temas mitológicos de la mano de ambos artistas. El duque comprendió la importancia de recuperar las obras de arte de la colección, así recibiría 32 cuadros de la antigua colección que acrecentó con importantes compras en Europa como el Fra Angélico de La Virgen de la Granada, o el Rubens Camin
o al mercado
, obras maestras que han salido por primera vez del Palacio de Liria.

Eugenia de Montijo, condesa de Teba adquiere una relevancia en el panorama social internacional con su matrimonio con Napoleón III, emperador de los franceses en 1853. Durante su reinado la emperatriz inaugura el Canal de Suez, conoce personalidades de todo el mundo a su paso por París y se relaciona con los mejores artistas de la época.

La hija mayor del VIII conde de Montijo, María Francisca de Sales Portocarrero casó con el XV duque de Alba en 1844. Su única hermana, Eugenia, lo haría con Napoleón III. La relación entre las hermanas fue siempre muy estrecha, de ahí que hubiese un intercambio de regalos entre las dos parejas. La prematura muerte de la duquesa, y a su vez, la del emperador y el príncipe heredero, reforzó los vínculos de la emperatriz con sus sobrinos Alba. A su muerte recibirían toda su herencia, incluso importantes obras que el estado francés entregaría como privativas de la emperatriz. El Palacio de Liria conserva una colección única de cuadros, artes decorativas y recuerdos de la emperatriz y su tiempo.

Los padres de la actual duquesa de Alba, fueron una pareja aristocrática, en contacto con la sociedad de su época. Viajeros y refinados, protegieron la herencia recibida y la acrecentaron con nuevas adquisiciones. La labor de reconstrucción del Palacio de Liria y la recuperación de la colección del duque, compartida por la acyual duquesa Cayetana, en uno de los momentos más duros de la sociedad española, reflejan la importancia que para la Casa Alba tiene mantener la herencia recibida.

El XVII duque de Alba Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó casó con Rosario de Silva y Gurtubay, marquesa de San Vicente del Barco, en 1918. De este matrimonio nació Cayetana actual duquesa de Alba. La prematura muerte de la duquesa Rosario, hizo que la educación de la niña pasara a manos de su padre, que le transmitió el respeto a sus antepasados y la importancia de preservar el legado familiar. La labor de conservación, estudio, recuperación y ampliación del patrimonio recibido llevada a cabo por la duquesa Cayetana es notable.

La duquesa Cayetana, en su labor de acrecentar el patrimonio recibido, ha coleccionado importantes obras de la pintura impresionista francesa, tan escasa en las colecciones españolas. Su interés por el arte de su tiempo le llevó a conocer y a coleccionar obras de numerosos artistas internacionales como Picasso, Miró, así como el apoyo a la música y a la ópera para su desarrollo en España.

La exposición organiza actividades como Encuentros en el Instituto Cervantes. Este 28 de enero, con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino habrá actividades infantiles y la entrada de los niños de 0 a12 años será gratuita de 10.00 a 14.00h.

Hasta el 31 de marzo: El legado de la Casa de Alba: El Instituto Cervantes se complace en colaborar en la difusión del valioso patrimonio artístico que la Fundación Casa de Alba pone al alcance de todo el público. Relevantes historiadores y figuras del arte intervendrán en un ciclo de tres encuentros que el Cervantes organiza en su sede de Madrid, en los que se dialogará sobre las relaciones de la Casa de Alba con la pintura, el cine y la historia de España.

Talleres infantiles escolares: Concertar con el Programa “Madrid un Libro Abierto”, en el teléfono 914801198.

Dirección: Plaza de Cibeles 1, 28014 Madrid; abierto todos los días: de 10 a 20 horas. Último acceso a la exposición, una hora antes del cierre.

http://www.exposicioncasadealba.com/index.html.

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ZENIT Staff

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