El papa Francisco recibió esta semana a Nikolaus Schneider, presidente de la Iglesia evangélica en Alemania, acompañado de su esposa. La reunión además de ser fecunda, evidencia la continuidad ecuménica de los los últimos pontificados.
Al comentar el hecho el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, precisó que la reunión “fue realmente cordial”, y que “Schneider felicitó el santo padre por haber elegido el nombre de Francisco, un santo que habla a todos los cristianos de una forma extremadamente eficaz”.
Schneider tras expresarle al papa la solidaridad por los sufrimientos de la gente de su país, debido a la reciente inundación, recordó que los quinientos años de la Reforma, que se cumplen en 2017, con la publicación de las 95 tesis de Erfurt, “son un momento extremadamente importante para la Iglesia Evangélica en Alemania».
A este respeto, el papa Francisco «recordó los discursos que el papa emérito Benedicto XVI realizó en Erfurt, ciudad en la que Lutero vivió y trabajó».
Lombardi informó que «la conversación se concentró en el valor del ecumenismo de los mártires, porque el papa conocía el profundo del sufrimiento de muchas personas de la Iglesia evangélica en el tiempo del nacional-socialismo y en otras circunstancias. Porque la sangre derramada por los mártires une profundamente las varias denominaciones cristianas en el testimonio común de Cristo».
Las conversaciones fueron significativas en cuanto abordaron el tema de las relaciones entre la Iglesia católica y la tradición de la Reforma y de la figura de Lutero, observó Lombardi.