''La revolución de Francisco''

Reacción positiva de los medios a la decisión del papa de gobernar la Iglesia y reformar la Curia colegiadamente

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La primera decisión de calado que toma el papa Francisco ha suscitado innumerables reacciones. Los comentaristas coinciden en señalar que es un paso más en la línea postconciliar de la colegialidad iniciada por Pablo VI con la creación de las conferencias episcopales, seguida por Juan Pablo II con la creación de los sínodos y continuada por Benedicto XVI.

Francisco ha querido no sólo afrontar colegiadamente la reforma de la Curia Romana, que ya es, sino que además da un paso trascendental al afirmar que quiere que este, podríamos llamarle «Senado», le ayude a gobernar la Iglesia «de modo continuado», subrayó el portavoz vaticano.

Es decir, es un consejo lo más parecido posible a un consejo de ministros pero con la diferencia de que sus titulares no son ni presidentes ni secretarios de dicasterio (lo más parecido a un ministerio en la Iglesia) sino personas experimentadas, de una cierta edad, con probada experiencia de gobierno pastoral y de Curia procedentes de todo el orbe. Por tanto, se aproxima más a un Senado, elegido dentro del Colegio de Cardenales.

Escuchó a las Congregaciones Generales

Con la creación de este Consejo de cardenales, Francisco «ha querido dar una señal y mostrar que ha recibido las sugerencias que se habían manifestado en las Congregaciones anteriores al cónclave», destacó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, tras el anuncio.

«El exarzobispo de Buenos Aires, que justo hoy hace un mes fue elegido papa, ha realizado ya gestos considerados revolucionarios, por su carácter humilde y cercano a los fieles, pero aún no había tomado decisiones sobre la organización de la Iglesia –añade el despacho de agencia–. La reforma de la Curia romana fue uno de los principales temas de preocupación en las Congregaciones previas al cónclave, cuando aún estaba latente el caso Vatileaks, el robo de documentos de los que surgieron la existencia de divisiones entre sus miembros».

«Pero, además –subraya–, sobre el ministerio del papa Jorge Mario Bergoglio pesaba la necesidad de dar mayor colegialidad, transparencia y fiabilidad al aparato vaticano, además de otro de los temas que preocupan al pontífice: reducir las cargas económicas que implican».

Función asesora

Destaca que Lombardi quiso precisar que el consejo tendrá funciones de «asesoramiento» y no «tomará decisiones», ante algunas informaciones relativas a que «restaría poderes a la actual Secretaría de Estado».

Agregó que este grupo ha sido designado para «aconsejar» y «ayudar» al papa y pidió que se eviten discursos relativos a que la «Curia queda en un segundo plano o se reducen sus responsabilidades».

«La Curia continuará con su trabajo –insistió Lombardi–, que destacó el hecho de que la primera reunión del consejo tenga lugar dentro de varios meses, lo que no da ‘sensación de emergencia’, al tiempo que matizó que no se ha indicado ‘la periodicidad con la que se celebrarán los encuentros'».

El papa Francisco «continúa su trabajo de conocimiento de la Curia» con los encuentros que mantiene con los jefes de dicasterios y organismos para que en octubre próximo «tenga ya su visión» de la situación, según el portavoz.

Romper moldes

El diario madrileño El Mundo titulaba ayer “Las revoluciones de Francisco”, afirmando que el papa argentino «comenzó a romper moldes desde el mismo instante en que, vestido con una simple sotana blanca y un crucifijo plateado sobre el pecho, se asomó al balcón central de la Basílica de San Pedro y anunció al mundo que quería llamarse Francisco, como san Francisco de Asís, el santo de los pobres».

«Desde entonces el papa llegado ‘del fin del mundo’ –añade el diario- no sólo se ha metido en el bolsillo a la mayoría de la gente (las encuestas señalan que al 92% de los italianos les gusta) sino que ya está llevando a cabo una pequeña revolución que hace presagiar que el suyo será un pontificado de fuerte cariz reformador y purificador».

Y enumera algunas de las innovaciones llevadas a cabo por Francisco en su primer mes como Papa: 1. El Papa de los pobres; quiere una Iglesia «pobre y para los pobres». Y está actuando en coherencia, rehuyendo ostentación; 2. No al apartamento pontificio: Dice que es demasiado grande para él y, sobre todo, que ahí se sentiría aislado. Sigue viviendo en Santa Marta, la residencia donde paran muchos obispos y monseñores a su paso por Roma; 3. Almuerza en el comedor común: El papa come en el mismo comedor de la residencia Santa Marta. Hace unos días, de hecho, salió a relucir una foto que hizo con su teléfono móvil monseñor Franco Agnesi y colgó la foto en su cuenta de Facebook; 4. Misas abiertas al público. Francisco oficia misa en la capilla de la residencia Santa Marta y está abierta a cualquier empleado del Vaticano. Concluida la ceremonia, suele saludar uno por uno a los asistentes y a veces se sienta con ellos en los bancos a hablar. 5. Obispo de Roma, no papa. Esa actitud de humildad ha hecho que un patriarca de Constantinopla, el actual Bartolomé I, acudiera a la misa de inicio de su pontificado por primera vez desde 1054, cuando la Iglesia ortodoxa se separó de la católica; 6. Lavatorio de pies a presos juveniles (incluidas mujeres y musulmanas) el pasado Jueves Santo; 7. No se sienta en la sede pontificia; 8. No lleva el crucifijo y el anillo de oro; 9. Sus gastados zapatos negros; 10. Gesticula, besa, abraza, toca; Se mueve entre la plaza de San Pedro en un jeep abierto. Además, se baja muchas veces del vehículo para saludar a la gente (sobre todo a los enfermos y a los discapacitados). Trae de cabeza a los servicios de seguridad del Vaticano; 11. Sin terciopelo ni armiño; 12. Lenguaje claro, directo y desde el corazón; 13. Respeto hacia los ateos: Durante el encuentro que celebró con los 5.300 periodistas que cubrieron el cónclave les ofreció una bendición silenciosa para no ofender a los no creyentes ni a los que practican otras religiones.

Pasa a la acción

Por su parte el diario argentino La Mañana de Neuquén afirmaba ayer que «con esta importante decisión, el papa latinoamericano, que hasta ahora no se había pronunciado públicamente sobre el tema, pasa a la acción, tal como habían exigido los casi 90 cardenales de los 115 que lo eligieron como pontífice en el cónclave del pasado 13 de marzo».

El diario también argentino Clarín decía: «En el día en que cumple un mes de su pontificado, el papa argentino partió a la grande en la reforma de la Curia Romana, con la designación de un grupo de ocho cardenales que lo ‘aconsejen en el gobierno de la Iglesia universal’. Los cardenales trambién deberán estudiar un proyecto para revisar la Constitución Apostólica Pastor bonus sobre la Curia Romana, que es el gobierno central de la Iglesia».

«Se trata de un gesto –añade- que da un notable impulso al principio de colegialidad que Francisco se propone hacer realidad en la Iglesia, con una apertura sin precedentes para aumentar la colaboración en el manejo del catolicismo mundial a obispos, cardenales y también a los Sínodos Mundiales episcopales, que se reúnen cada dos años en el Vaticano».

¿Bertello nuevo secretario de Estado?

Sobre un inminente nombramiento de nuevo secretario de Estado, el diario argentino coincide con otros influyentes medios en indicar que «in
sistentes versiones señalaron que Bertello tiene las mejores chances para ser el nuevo s de Estado, el ‘primer ministro’ del papa, como sucesor del actual en fase de retiro, cardenal Tarcisio Bertone». Sin embargo, ya se sabe para lo que sirven las quinielas, a juzgar por los resultados del último Cónclave.

Afirma también que en esta decisión del papa Francicos han influido las luchas de poder en la Curia y las filtraciones de documentos privados del anterior pontífice.

Señala este medio que, además del cardenal Bertello, entre los otros siete purpurados del grupo de consejeros hay dos latinoamericanos: el chileno Francisco Javier Errazuriz Ossa, cardenal emérito de Santiago y el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, con funciones de coordinador del grupo.

Los otros «también pesos pesados de la Iglesia mundial. Los cardenales Reinhard Marx, arzobispo de Munich, Alemania; Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, India; Laurent Monsegwo Pasinya, arzobispo de Kinshasha, Republica Democrática del Congo; el franciscano Sean Patrick O’Malley, arzobispo de Boston, el principal «papable» norteamericano en el Cónclave que eligio a Bergoglio. Por último está el cardenal arzobispo de Sydney, Australia, George Pell».

Por último, en opinión de este diario, el nombramiento del obispo de Albano, monseñor Marcello Semeraro, como secretario de la Comisión, es «un premio y una demostración de confianza hacia el obispo cuya diócesis comprende la residencia papal de Castelgandolfo, a 30 kilómetros de Roma».

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Nieves San Martín

Ciudad Real, España. Diplomada en Estudios Avanzados (Universidad de Almería); máster en Sistemas y Tecnologías de la Comunicación en las Organizaciones (Universidad de Ferrara, Italia, 2006); licenciada en Ciencias de la Información, rama periodismo (Universidad Complutense de Madrid, España, 1982); licenciada en Ciencias de la Educación, mención Física y Matemática (Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, Venezuela, 1971) 2º premio Inserso 1985 por el conjunto de artículos publicados en el diario YA bajo el título "Urge quitar barreras a los minusválidos"; Medalla y diploma de Cruz Roja de Madrid 1986 por "la extraordinaria colaboración prestada a la organización de los actos de la Semana de la Cruz Roja en Madrid"; Accesit de UNICEF 1989 por el artículo "La convención sobre los derechos del niño prohíbe ejecutar a menores de 18 años", publicado el 8 de septiembre de 1989, en el diario YA; Diploma por la colaboración prestada, y nombramiento de "socia protectora" de la Asociación Madrileña de Ayuda al Minusválido (Madrid, 1984). Trabajó en Roma como traductora para el Vatican Information Service (1997). Consejera técnica de la ministra de Asuntos Sociales Matilde Fernández, en el Gobierno de Felipe González, y redactora jefe del Gabinete de Comunicación de la Ministra, 1991-1993. Redactora de temas sociales y luego jefa de la Sección de Asuntos Sociales y Religión, en el diario YA de Madrid, entre 1982-1990 y 1993-1996. Redactora y coordinadora de la Sección de América Latina de la revista Vida Nueva, 1982-1983 y colaboradora y coordinadora de la sección de América Latina en la misma publicación, 1983-1987. Redactora de temas políticos y sociales de la revista Crítica, 1977-1982. Entre 1971 y 1976, profesora de Física y Matemática en Enseñanza Media, en las ciudades venezolanas de Caracas, Valencia, y Mérida. Publicaciones: Matilde Huici, la tercera mujer, Narcea SA de Ediciones, Madrid 2009; Victoria Díez, una vida entre dos fuegos, editorial Sekotia, Madrid 2011.

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