El papa Francisco respondió el 10 de abril a una carta que le envió el 21 de marzo pasado la Asociación de las Madres de Plaza de Mayo, con una misiva firmada por Monseñor Antoine Camilleri, subsecretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados.
En la misma recuerda que “el santo padre comparte su dolor y de tantas madres y familiares que han padecido y padecen la pérdida trágica seres queridos en ese momento de historia argentina”.
Y recuerda el empeño asumido por Francisco en otra herida existente: “erradicar la pobreza en el mundo de modo que cese del sufrimiento de tantas personas que pasan necesidad”. Por ello pide oraciones por quienes son responsables del bien común, para que Dios les ilumine sobre cómo “erradicar la pobreza en el mundo de modo que cese del sufrimiento de tantas personas que pasan necesidad”.
La carta inicia: “Apreciada señora Bonafini. Me complace acusar recibo de su atenta carta del pasado 21 de marzo, que Ud. ha tenido la bondad de dirigir a Su Santidad Francisco, con ocasión de su elección a la Sede de San Pedro”.
“A este respecto cumplo gustoso con el encargo de hacerle llegar la gratitud del Santo Padre por su amable escrito, así como por los nobles sentimientos que lo han motivado”, se lee en el segundo párrafo de la carta firmada por el número dos del Vaticano para la Relaciones con los Estados.
El la misiva monseñor Camilleri prosigue recordando el empeño tomado por Francisco contra la pobreza y el hambre en el mundo: “El papa corresponde a esta delicada atención, pidiendo a Dios fuerza para luchar –desde el ministerio que acaba de asumir– para erradicar la pobreza en el mundo de modo que cese del sufrimiento de tantas personas que pasan necesidad”.
“Su santidad –añade la misiva– valora y aprecia mucho a quienes están cerca de los más desfavorecidos y se esfuerzan por ayudarlos, comprenderlos y salir al encuentro de su justas aspiraciones”.
Y reza a Dios para que iluminen a los responsables de la lucha a la miseria: “En su oración suplica asimismo que ilumine a los que son responsables del bien común para que combatan el flagelo de la miseria con medidas eficaces y equitativas y solidarias”.
Al concluir la carta dice: “Estimada señora el Santo padre comparte su dolor y de tantas madres y familiares que han padecido y padecen la pérdida trágica seres queridos en ese momento de historia argentina”.
“Con afecto –concluye la misiva– les imparte una particular bendición como sino esperanza y aliento a la vez que pide el favor de que recen y hagan rezar por él.
Con mis cordiales saludos en Cristo. Mons. Antoine Camilleri, subsecretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados”.