Profesor del papa Francisco, de griego y literatura, en los años 50 del siglo XX, el padre Juan Carlos Scannone SJ, recuerda su su experiencia docente y su larga amistad con Jorge Mario Bergoglio.
El padre Juan Carlos, en entrevista concedida a ZENIT via correo electrónico, afirma que “además, de ser un lector asiduo de ZENIT en lengua castellana”, es profesor emérito de filosofía en la Facultad de Filosofía de San Miguel, donde estudió el papa, y dirije actualmente allí el Instituto de Investigaciones Filosóficas, así como es asesor del Departamento «Justicia y Solidaridad» del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
¿Desde cuando conoce a Jorge Mario Bergoglio y que relación tuvo con él?
–P. Juan Carlos Scannone: conozco al papa Francisco desde que era seminarista de la Archidiócesis de Buenos Aires, creo que desde 1957, antes de entrar al noviciado jesuita. Fui entonces su profesor de griego y literatura, porque Jorge Mario ya tenía hecho el bachillerato, pero tuvo que hacer dos años en el Seminario Menor, para estudiar latín, formando parte de los «latinistas», jóvenes que ya tenían terminada la escuela secundaria pero no habían cursado humanidades clásicas. Más tarde, a mi regreso de mis estudios en Europa, en 1967, lo volví a encontrar como estudiante de teología en la Facultad de Teología, viviendo en la misma casa religiosa, el Colegio Máximo de San José. Cuando era maestro de novicios, aunque vivía en otra Casa, me dirigía espiritualmente con él. Luego, conviví con él en el mismo Colegio Máximo, gran parte de sus seis años como Provincial (1973-1979) y otros seis años como Rector tanto de dicho Colegio como de las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel (1979-1985). Él era profesor de teología pastoral en la Facultad de Teología, y yo, profesor de Teología filosófica, en la de Filosofía. Teníamos una relación diaria y muy cordial.
¿Cómo dirigió la Iglesia en Buenos Aires Jorge Bergoglio? ¿Qué principales virtudes se le veían?
–P. Juan Carlos Scannone: Aunque San Miguel es otra diócesis que la de Buenos Aires, por testimonios de otros y por el dominio público, puedo decir que su gobierno fue, por un lado, muy pastoral, con un cuidado especial por lo que él llama el «pueblo fiel» y su piedad popular, en especial, por los pobres. Y, por otro lado, un gobierno espiritual, que impactaba en los sacerdotes jóvenes. Apoyó abiertamente a los «curas villeros», es decir, los que trabajan en las villas miseria o favelas, y las visitaba con frecuencia. Promovía la «conversión pastoral», de la que habla el Documento de Aparecida, de modo que trataba de poner a la Iglesia en estado de misión, promoviendo que los agentes pastorales y pastores no esperen a los fieles en los templos, sino que salgan a las calles y plazas, buscando a todos, sobre todo a los más excluidos. Promovió fuertemente el diálogo interreligioso con el judaismo y el islam, siendo Argentina uno de los no muchos lugares donde, gracias a la mediación de la Iglesia católica, el islam y el judaismo están en diálogo fecundo. Su estilo fue siempre espiritual, sencillo y austero, con rasgos inesperados de caridad personal, atendiendo al mismo tiempo al ámbito público y político, y a las personas concretas.
¿Cómo ven los jesuítas de Buenos Aires estos primeros dias de pontificado del papa argentino?
–P. Juan Carlos Scannone: Hay una gran alegría entre los jesuitas argentinos y mucha esperanza, sobre todo, al ver los gestos simbólicos que está dando el nuevo papa, y sus primeras decisiones. Por otro lado, sólo el hecho de que sea latinoamericano es como una especie de revolución en la Iglesia y un verdadero signo de los tiempos y de las transformaciones actuales.
¿Usted tiene algun recuerdo especial de Jorge Bergoglio como cardenal?
–P. Juan Carlos Scannone: Tengo muchos recuerdos, pero deseo presentar el testimonio de un amigo mío que fue experto en Aparecida. Cuando, antes de la Conferencia, éste le preguntó al cardenal acerca de lo que necesariamente debía centrarla, éste le contestó: «Cristo y los pobres». Pienso que eso lo pinta de cuerpo entero.
¿De todas las luchas que el papa ha tenido que enfrentar como cardenal, en Argentina, en su opinión, cuál ha sido la principal?
–P. Juan Carlos Scannone: No es fácil contestar a esta pregunta. Al menos se puede decir que, entre las principales luchas que tuvo que enfrentar, hay dos que se relacionan con la misión actual de la Compañía según las últimas Congregaciones Generales, a saber, «el servicio de la fe y la promoción de la justicia». Pues tuvo que luchar tanto contra la pobreza injusta y la inequidad en su diócesis, en el país y América Latina, practicando pastoralmente en forma pública la opción preferencial por los pobres, como también luchar en favor de la evangelización, sobre todo de los jóvenes, porque le preocupaba la ruptura de la trasmisión de la fe en la familia, entre las generaciones, pues esa trasmisión casi espontánea se daba antes, pero ahora se va perdiendo.