El santo padre, profundamente apenado por la destrucción causada por la explosión en la pequeña localidad estadounidense de West, pide al obispo de Austin que haga llegar sus condolencias a las autoridades civiles y a las familias afectadas.
Así se lee en un telegrama, enviado en nombre de Francisco a monseñor Joe Vasquez por el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone.
«El obispo de Roma reza por el eterno descanso de las víctimas e implora la bendición, el consuelo y la paz de Dios sobre todos los que sufren, así como sobre todos los que generosamente están ayudando y asistiendo a los numerosos heridos», dice el mensaje.
Gran parte de las 14 víctimas mortales pertenecían al equipo de bomberos, que se desplazó hasta la planta química para tratar de controlar el incendio que se había originado minutos antes de que el complejo saltara por los aires. La explosión tuvo lugar el pasado miércoles, causó 200 heridos y destruyó 50 viviendas.