Hoy por primera vez desde que es papa, Francisco ha tenido ocasión de confirmar a un grupo de 44 fieles en representación de toda la Iglesia en los cinco continentes. Organizado dentro del marco del Año de la Fe, este V Domingo de Pascua ha reunido a 70 mil personas en la Plaza de San Pedro. En la homilía el santo padre ha reflexionado en torno a tres puntos: la novedad de Dios, las tribulaciones en la vida y la firmeza en el Señor.
Es la acción del Espíritu Santo que nos trae la novedad de Dios, ha recordado Francisco, «viene a nosotros y hace nuevas todas las cosas, nos cambia». Y ha recordado que «la novedad de Dios no se asemeja a las novedades mundanas, que son todas provisionales, pasan y siempre se busca algo más» porque «la novedad que Dios ofrece a nuestra vida es definitiva».
Sobre las tribulaciones ha recordado que el camino cristiano no es siempre fácil, pero «las dificultades, las tribulaciones, forman parte del camino para llegar a la gloria de Dios» pero ha exhortado a no caer en el desánimo ya que «tenemos la fuerza del Espíritu Santo para vencer estas tribulaciones».
El último punto de la reflexión ha sido la firmeza en el Señor. Ha explicado que el secreto de nuestro camino está en la esperanza en Él, «nos da el valor para caminar contra corriente». Le ha recordado a los jóvenes que esto «hace bien al corazón» pero que hay que ser valientes y «Él nos dará la fuerza». No habrá nada que temer, ha continuado, si permanecemos unidos a Dios. Finalmente ha recordado que «los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Jóvenes, poned en juego vuestra vida por grandes ideales».
Hacia el final de la celebración, dos jóvenes de los que recibieron la confirmación de manos del papa, un español y una italiana, dirigieron su saludo a Francisco.
Santiago, el joven español, ha agradecido la oportunidad que se les ha brindado de poder renovar su fe de esta forma tan especial. Ha reconocido que es el acontecimiento más importante que ha vivido y que desde que supo que hoy estaría aquí, han sido unos meses especiales espiritualmente. «Confirmarme aquí es algo realmente maravilloso y no podría describir con palabras lo emocionado que estoy. Hoy nosotros vamos a decirle al mundo que queremos ser cristianos», ha finalizado.
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Al finalizar la celebración eucarística en la oración del Regina Coelis, el santo padre Francisco ha recordad que «la Virgen María enseña qué significa vivir en el Espíritu Santo y qué significa acoger la novedad de Dios en nuestra vida». Además, ha dicho, todo cristiano «está llamado a acoger la Palabra de Dios, a acoger a Jesús dentro de sí y después llevarlo a todos los demás».
También ha dedicado una oración por las víctimas del derrumbe de una fábrica en Bangladesh y ha dirigido un llamamiento para que «siempre sea tutelada la dignidad y la seguridad de los trabajadores».
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